Granada.- Tribunales.- Entrena niega que el error fuera suyo y dice que pensaba que Campoy estaba preso por otra causa

Actualizado: miércoles, 2 abril 2008 17:53

No descarta que fuera "intencionado" y lamenta que se le haya tratado peor que a cualquier delincuente

GRANADA, 2 Abr. (EUROPA PRESS) -

La que fuera titular del Juzgado de lo Penal número 1 de Motril (Granada) Adelina Entrena negó hoy haber cometido error alguno en el caso de José Campoy que permaneció en prisión 455 días por un delito del que había sido absuelto puesto que la juez, expulsada de la carrera por el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), pensaba que estaba preso por otra causa.

Así lo manifestó en su declaración ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), con sede en Granada, donde comenzó el juicio por la posible comisión de un delito contra los derechos fundamentales por el que el Ministerio Fiscal solicita la pena de un año y tres meses de suspensión de empleo o cargo público, además de una indemnización de más de 75.000 euros.

En su declaración, Entrena aseguró que nadie en el juzgado le advirtió que Campoy, que llegó el día del juicio esposado, estaba en prisión por no haber acudido en anteriores citas y para asegurar así su comparecencia en el acto del juicio oral, tal y como había solicitado el Ministerio Fiscal y después que lo acordara el juez sustituto, ya que Entrena estaba de baja.

Se incorporó al juzgado y celebró la vista oral sin que constara en el libro de registro que Campoy estaba en prisión provisional, por lo que ella pensó que estaría en la cárcel por alguna de las condenas anteriores, ella misma había dictado varias. Campoy era un "delincuente habitual", incidió.

Firmó la sentencia en cuyos antecedentes consta que estaba en libertad, habiendo estado privado de ella sólo un día para su comparecencia en sede judicial, por lo que argumenta la ex juez que "no podía saber" que era por esa causa. "Fue un error del funcionario" que redactó los antecedentes, agregó, aunque tuvo que reconocer posteriormente que ella firmó esa sentencia y por tanto tendría que asumirlo.

"NADIE ME DIJO NADA".

Además, "nadie me dijo nada", según manifestó Entrena, que no encuentra explicación a ello puesto que todos --secretaria judicial, fiscal y letrado-- eran conocedores de la situación de Campoy y no le aclararon cómo se encontraba. "He llegado incluso a pensar que esto ha sido intencionado", aseveró.

Que nadie le diera explicación de la situación de Campoy fue algo que negó rotundamente la secretaria judicial que, en calidad de testigo, indicó al tribunal que informó a Entrena de que estaba preso para que compareciera, como era "el método habitual".

La que fuera titular del Juzgado de lo Penal subrayó incluso la elevada carga de trabajo que soporta dicho órgano y aclaró que en un "exceso de celo" ella llevaba una libreta en la que apuntaba la situación de los presos del juzgado, si bien en el caso de Campoy no lo tenía porque tampoco aparecía en el libro, aunque sí estaría en el sistema informático judicial, que "no maneja correctamente", según matizó.

En su intervención, que fue tensa especialmente a preguntas del letrado de la acusación particular, Entrena derivó su responsabilidad ya que indicó "es un error de todos los que participamos en la justicia" y aseguró de forma tajante que no ha cometido en este caso "negligencia" porque de lo contrario no podría dormir. No la cometí, continuó, porque no sabía que estaba preventivo por esta causa.

De haberlo sabido, según afirmó, habría pedido disculpas al preso, al tiempo que aseguró que se encuentra en "tratamiento psiquiátrico" porque ha sido tratada peor que a cualquier delincuente, puesto que ha salido publicado su nombre y apellidos, así como dirección y otros datos personales. "Más daño no se me ha podido hacer". A estoo el presidente del Tribunal, Augusto Méndez de Lugo, agregó "imagínese la víctima lo mal que lo habrá pasado".

CAMPOY: "ME DABA CABEZAZOS POR LA DEPRESIÓN".

El preso que permaneció 455 días en prisión por este 'olvido' declaró hoy en la Sala donde manifestó que "nadie le dijo nada" sobre su libertad y que cayó en depresión porque él había entrado en la cárcel pensando que era por seis meses y veía pasar el tiempo sin salir del centro penitenciario.

Su reclusión le provocó una depresión por la que, según dijo, "me daba cabezazos" en la cárcel y llegó a perder incluso piezas dentales. Campoy, al que no se le conoce trabajo fijo, ayudaba en casa con el dinero que esporádicamente aportaba de trabajos relacionados con la pesca puesto que tiene 12 hermanos y su madre tampoco trabaja.

No sabe leer ni escribir, según reconoció ante el tribunal, por lo que desconocía que la sentencia dictada por Entrena en ese caso, por el que se le pedían cuatro años de cárcel, era absolutoria. Pese a ello dice que "no le guarda rencor a la juez" a la que dedicó incluso durante el interrogatorio una sonrisa, que ella correspondió.

Se sintió "olvidado como un perro" en la cárcel, según manifestó, por lo que instó a su madre a que se interesara por su situación, por lo que acudió al juzgado ésta a quien le dijeron que "no constaba como preso" allí y que fuera a Granada por si lo estaba por algún delito cometido en otro lugar.

NADIE REPARÓ EN SU SITUACIÓN.

En la sesión de hoy también comparecieron como testigos el fiscal del caso, la secretaria judicial y el juez sustituto. Ninguno de ellos reparó en la situación de Campoy, que pasó así más de un año en prisión pese a haber sido absuelto del delito de robo con violencia por el que había sido imputado inicialmente.

El fiscal, que fue el que interesó se dictara una orden de busca y captura para su detención a fin de que compareciera en la vista oral, no recurrió la sentencia por falta de prueba. Se leyó la resolución y como "no puede recordar todos los nombres", argumentó, no reparó en que se había dictado un auto de prisión provisional para Campoy pero no el de su puesta en libertad. "No puedo materialmente controlarlo".

La secretaria judicial, de la que Entrena dijo que se dio cuenta que "no era competente", insistió en que sí advirtió a la ex juez de que Campoy estaba preventivo para comparecer en el juicio. Se lo dijo además por la proximidad de la Navidad, dos días después, aunque no era su obligación pero sí era, según manifestó, la práctica habitual en dicho órgano.

Declaró en calidad de testigo y manifestó que "no se lee todos los documentos que firma" por el elevado volumen, ante la sorpresa especial de la acusación particular. La secretaria explicó que Adelina Entrena es una "persona despistada a la que hay que recordarle sus cosas", si bien aseguró que "no es niñera de ningún juez" aunque asumiera en determinados momentos acciones que no le competen.

No se anotó en el libro que Campoy era preso preventivo porque la finalidad era que acudiera a la vista oral, según indicó la secretaria, a la que tampoco consta que se dictara auto de puesta en libertad. "Nadie se dio cuenta de que era preso hasta el día del juicio", apuntó.

La vista continuará mañana a las 09.30 horas en el Salón de Plenos de la Real Chancillería con la declaración de más testigos, peritos y la prueba documental. La defensa solicita la libre absolución de la ex juez, mientras que la acusación pide una indemnización de 350.000 euros por los daños causados e inhabilitación por ocho años.