PAMPLONA, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Un folio encontrado en verano del pasado año por el hijo del historiador navarro José María Jimeno Jurío ha desvelado la existencia de un cementerio en el que, según confirmó hoy la Asociación de Familiares Fusilados de Navarra, hay enterradas 73 personas fallecidas en 1941 en el Fuerte de San Cristóbal, algunas ellas andaluzas.
Estas 73 personas, todos ellos hombres, pertenecen a 21 provincias españolas, y ninguno de ellos era navarro. Así, las comunidades mayoritarias son Castilla y León, Galicia, el País Vasco, Andalucía y Castilla-La Mancha, y uno de los fallecidos registrados provenía de Buenos Aires (Argentina). Informan que hasta el momento, 6 familias han solicitado la exhumación de los cuerpos.
El escrito apunta que 1 persona procedía de Alicante; 10 eran de Badajoz; 2 de Barcelona; 2 de Cáceres; 1 de Cádiz; 2 de Cantabria; 1 de Castellón; 8 de Ciudad Real; 3 de Córdoba; 5 de Cuenca; 2 de Granada; 2 de Jaén; 1 de Las Palmas; 5 de León; 1 de Lérida; 5 de Madrid; 3 de Málaga; 1 de Murcia; 1 de Orense; 1 de Palencia; 2 de Pontevedra; 1 de Salamanca; 2 de Segovia; 3 de Toledo; 1 de Valencia; 1 de Valladolid; 2 de Vizcaya; 1 de Zamora y otra persona de Zaragoza. Hay un último hombre del que no figura su procedencia.
Koldo Pla, miembro de la Asociación cultural Txinparta, explicó hoy en rueda de prensa que, junto con la Asociación de Familiares Fusilados de Navarra, están realizando las gestiones necesarias para contactar con los familiares de los fallecidos. Poseen los nombres y apellidos, localidad, estado civil y profesión.
Así, indicó que su tarea es comunicar a los familiares la noticia, y luego ellos decidirán si desean exhumar los restos o, por el contrario, dejar que reposen en el cementerio en el que se encuentran, que está situado en la ladera norte del monte Ezcaba, a unos 500 metros del Fuerte de San Cristóbal. El cementerio se asienta en terreno militar, por lo que, según precisó, "será un trabajo largo" conseguir las autorizaciones necesarias para recuperar los restos.
En el año 1938, 795 hombres encarcelados protagonizaron una fuga del Fuerte de San Cristóbal, que se saldó con cerca de 200 personas asesinadas y 600 encarceladas de nuevo.
El portavoz de la Asociación de Familiares Fusilados de Navarra, Joseba Eceolaza, valoró el descubrimiento del camposanto como "muy positivo", y manifestó que "es una noticia de carácter muy humanitario". "A los familiares de estas personas se les ha negado el duelo", denunció Eceolaza, quien resaltó la importancia de "restituir la memoria histórica de los fallecidos, que fue agredida y marginada".
Ahora, dijo, "vamos a poner todos los medios para trabajar con todas las organizaciones de memoria estatal para conseguir la exhumación".
Eceolaza señaló que, con esta acción, se "da luz" a uno de los episodios "más trágicos" de la memoria colectiva, y criticó que "en la Navarra del siglo XXI los familiares de fusilados tengan que estar buscando monte por monte, cuneta por cuneta, sin recibir ningún tipo de ayuda institucional".
Finalmente, indicó que "ya no valen excusas ante este tipo de tragedias", y pidió a las instituciones, especialmente al Gobierno de Navarra, "que estén a la altura por sensibilidad y humanidad".
Por su parte, Roldán Jurío, hijo del historiador fallecido, se mostró satisfecho por la labor de su padre, ya que, según expuso, "es "un orgullo poder devolver la dignidad a los represaliados y a sus familias".
