JAÉN, 11 Ago. (EUROPA PRESS) -
El sector del taxi de Jaén se concentró hoy a las puertas de la Subdelegación del Gobierno para pedir más inversión en seguridad, después del secuestro y la agresión sufrida por un taxista de la capital el pasado sábado, cuando cuatro personas a las que prestaba servicio le arrebataron el coche y lo llevaron hasta Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real).
La propia víctima, José Ángel Ortega, un taxista con más de 30 años de experiencia, estuvo presente en el acto en el que recibió la solidaridad y el cariño de sus compañeros tras "el momento más amargo". "No se lo deseo ni a mi peor enemigo, saber taxativamente que estás en el corredor de la muerte, que te quedan minutos u horas, depende de su idea, si era era cruzar Madrid o no, porque ellos no sabían cruzarla y yo les podía ayudar lo mismo que los ayudé a salir de Jaén", comentó.
Según narró, los hechos sucedieron en la madrugada sábado, cuando se encontraba en la céntrica parada de San Francisco, en la capital, y cuatro personas de nacionalidad rumana, tres hombres y una mujer, solicitaron que los llevase a Torredelcampo. Una vez allí, uno de ellos le propinó un puñetazo y lo hicieron bajar del vehículo y colocarlo atrás. "Pero antes pude pulsar el botón de alarma", aseguró el taxista, que intentó despistarlos dando vueltas para no salir a la autovía, mientras creyó que el sistema había funcionado y lo estarían buscando.
Así, comenzó la huida, durante la cual no cesaron los golpes y las amenazas para que les diera todo lo que tenía de valor. "Yo les preguntaba por qué queréis matarme y la muchacha decía que no, pero yo sabía que sí", añadió. Su oportunidad llegó cuando vio un control de la Guardia Civil, pero vio que se le iba cuando no le dieron el alto. Por eso, decidió provocar un accidente, se zafó de sus captores y logró dar un volantazo para chocar con otro vehículo, lo que le costó dos puñaladas en el costado.
A partir de ahí, los agentes del Instituto Armado organizaron un operativo de búsqueda para localizar a los agresores, que salieron corriendo campo a través. Primero detuvieron a dos y horas más tarde a un tercero. El cuarto y más violento, según Ortega, permanece huido por el momento.
"NO FUNCIONÓ LA ALARMA"
El propio taxista aseguró que pulsó varias veces el botón de alarma, que, sin embargo, no funcionó. "No sé por qué, creo que no se ha probado en ningún coche. El sistema (Taxitronic, instalado recientemente en los taxis de la capital) nos costó unos 3.000 euros para que después falle lo más esencial", recordó Ortega.
En este sentido, afirmó que estaba conectado con la central del taxi, donde no llegó la señal, por lo que los técnicos deberán buscar las razones. Asimismo, comentó que se les dijo que "estaba conectado con el 112 y luego nos enteramos de que era mentira".
Por su parte, el presidente de Radio-Taxi, Gabriel Domínguez, destacó que tanto esta asociación como la Gremial han presentado de forma conjunta un escrito en la Subdelegación para pedir más seguridad. "Es un tema en el que estamos unidos, queremos que las administraciones inviertan más en el sector, por ejemplo, con subvenciones para mamparas o el taxitronic, que se conecte realmente", señaló.
No obstante, se mostró partidario de "no hacer polémica de esto". "Lo que sé es que el sistema ha fallado, no sé si porque no estábamos conectados o por qué, pero me da igual y pedimos que se solucione para que no haya más casos. Supongo que las soluciones corresponden al propio sistema y a las administraciones para que nos den cobertura", concluyó.
