Más de 5.000 personas mueren al año por enfermedades cerebrovasculares en Andalucía

Dispositivo móvil para prevenir el riesgo de ictus
INSVACOR Y DAIICHI SANKYO - Archivo
Actualizado: lunes, 29 octubre 2018 11:41

SEVILLA, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Sociedad Española de Neurología (SEN) ha alertado este 29 de octubre, con motivo de la conmemoración del Día Mundial del Ictus, de que más de 5.000 personas fallecen en Andalucía por enfermedades cerebrovasculares.

La organización ha manifestado igualmente que el ictus afecta cada año a unas 21.000 personas en Andalucía y que supone la segunda causa de muerte en la región, y "la primera en mujeres". Así las cosas, ha augurado que por la incidencia de la enfermedad, una de cada seis personas la sufrirá a lo largo de su vida, de las cuales un 50 por ciento quedarán con secuelas discapacitantes o fallecerán a consecuencia de ella.

Asimismo, ha apuntado que a nivel nacional son más de 27.000 los fallecidos al año por enfermedades cardiovasculares, que actualmente más de 330.000 españoles presentan alguna limitación en su capacidad funcional por haber padecido un ictus, que cada año a unas 110.000 son afectadas por esta enfermedad en concreto, y que supone la primera causa de discapacidad adquirida en el adulto y la segunda causa de demencia en el país.

Para concienciar sobre ello, la SEN ha aclarado que aunque el ictus puede ocurrir en todas las edades, las posibilidades aumentan considerablemente a partir de los 60 años, porque "con el envejecimiento", va incrementándose de forma progresiva la posibilidad de padecerlo.

"Debido a que la esperanza de vida de las mujeres es superior a la de los hombres, el ictus ya es la primera causa de muerte en mujeres en España. Y debido al progresivo envejecimiento de la población, en los próximos años, crecerá el número de casos de ictus que se producen cada año", ha explicado la coordinadora del Grupo de Estudio de Enfermedades Cerebrovasculares de la SEN, la doctora María Alonso de Leciñana.

En este sentido, la entidad ha recordado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha estimado que el número de casos anuales de ictus se incrementará un 27 por ciento en los próximos 25 años.

No obstante, ha incidido en que "el ictus no es una enfermedad que afecte solo a las personas mayores", y ha desgranado que un 0,5 por ciento de los casos se dan en personas menores de 20 años y que en los últimos 20 años han aumentado un 25 por ciento el número de casos que se dan entre personas en edades comprendidas entre los 20 y 64 años.

LA ATENCIÓN AL ICTUS SUPONE HASTA EL 6% DEL GASTO SANITARIO

La Sociedad Española de Neurología ha destacado que aunque en los últimos años se está registrando una tendencia a la baja en la mortalidad gracias a los trabajos de prevención, detección precoz y mejora de la atención neurológica, las enfermedades cerebrovasculares son las causantes del ocho por ciento del total de defunciones en hospitales del Sistemea Nacional de Salud (SNS) y que el ictus es responsable de una cifra entre el tres y seis por ciento del gasto total sanitario.

Por otra parte, en los últimos 15 años, el número de pacientes atendidos en hospitales del SNS por enfermedades cerebrovasculares ha aumentado un 40 por ciento, lo que ha hecho que las enfermedades cerebrovasculares sean ya la octava causa de hospitalización.

"Es evidente, si analizamos las cifras, el beneficio que ha supuesto la implantación del Código Ictus en las distintas comunidades autónomas, así como el desarrollo de las Unidades de Ictus, cada vez más presentes en los hospitales españoles. Gracias a estas medidas, ha aumentado considerablemente el número de personas que, tras haber sufrido un ictus, pueden recibir una atención neurológica precoz y especializada", ha enfaticado Alonso de Leciñana.

Y es que, si un paciente que ha sufrido un ictus es atendido por un neurólogo en las primeras horas, "la probabilidad de fallecer o quedar con una discapacidad grave puede reducirse a la mitad", según ha apuntado.

En este sentido, en los últimos años se han introducido nuevas medidas terapéuticas, como la trombólisis o la trombectomía mecánica que, administradas en las primeras horas, aumentan considerablemente la probabilidad de recuperación neurológica.

Alonso de Leciñana ha recalcado que el ictus es una urgencia médica; sin embargo, "el retraso en la llegada al hospital es sin duda, en la mayoría de los casos, el factor limitante", una demora que ha afirmado que se ha disminuido en los últimos años, pero que "puede reducirse aún más".

Para ello, ha asegurado que deben existir planes regionales que permitan la organización de todos los eslabones de la cadena asistencial, y por otra parte, los pacientes tienen que ser capaces de reconocer los síntomas de un ictus, "que aún son ignorados por muchos".

Algunos de los síntomas del ictus son la pérdida de fuerza repentina de la cara, brazo o pierna de un lado del cuerpo, trastorno repentino de la sensibilidad al aparecer una sensación de hormigueo en la cara, o en un brazo o pierna, la pérdida súbita de visión parcial o total en uno o ambos ojos, la alteración repentina del habla con dificultad para expresarse y ser entendido por quien escucha, dolor de cabeza súbito de intensidad inhabitual y sin causa aparente y sensación de vértigo y el desequilibrio, acompañado o no de cualquier síntoma anterior.

La SEN ha concluido que aunque la gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas, experimentar uno de ellos solo "ya es motivo de urgencia", y ha recordado que ante los primeros síntomas de ictus debe llamarse inmediatamente al 112 y no trasladar al paciente por medios propios al hospital o al centro de salud.