GRANADA 4 Jul. (EUROPA PRESS) -
Los responsables de la bodega Ron Montero de Motril (Granada) han trasladado su solidaridad y apoyo a los familiares de los tres trabajadores heridos en la explosión registrada el miércoles, uno de los cuales ha fallecido, lamentando este accidente en el que, según afirman, "ocurrió lo impensable", dado que las instalaciones cumplen con las exigencias de seguridad y la tarea que se estaba desarrollando era "rutinaria".
La directora de Ron Montero, Andrea Martín, ha explicado a Europa Press que en estas instalaciones no se destila alcohol, sino que se recibe el producto, se deposita en tanques y posteriormente en barricas para que envejezca y luego se embotella, tareas que en principio "no conllevan ningún riesgo".
Durante la deflagración los trabajadores estaban pasando el alcohol de un tanque a otro, aunque desde la empresa desconocen cómo pudo originarse la explosión dado que toda la maquinaria fue "totalmente renovada en 2007", cuando los actuales dueños compraron a un tío abuelo la bodega, y desde ese momento se han hecho "continuas inversiones en el equipo".
Según ha relatado Martín, el trabajador de 45 años fallecido, F.M.G.R., y su hermano, de 41, que está herido grave tras la explosión, eran los encargados de gestionar el trabajo "diario" de la bodega, mientras que el tercer herido, de 29 años, se encarga de la parte de administración.
"Somos una empresa familiar, estamos cinco empleados y tres han sufrido el accidente", ha relatado la directora de Ron Montero, quien ha precisado que el fallecido llevaba 20 años trabajando en la bodega, "era un trabajador comprometido y una persona con unos grandes valores".
Este trabajador, que iba a cumplir 46 años en septiembre, era el que se encontraba más grave, con quemaduras en el 90 por ciento de la superficie corporal, y ha fallecido sobre las 5,30 horas de este viernes, según ha confirmado a Europa Press la alcaldesa de Motril, Luisa García Chamorro, quien explica que se trata de una persona "conocida y querida" en el municipio.
En la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla permanecen ingresados en estado grave los otros dos empleados heridos, de 29 y 41 años, que presentan quemaduras en el 60 y el 40 por ciento de la superficie corporal respectivamente.
Las banderas ya ondean a media asta en la localidad costera, donde se han decretado dos días de luto oficial y se ha suspendido la agenda oficial, según ha relatado la alcaldesa, que se ha trasladado a la capital hispalense para estar cerca de los familiares. Asimismo, ha aludido a la posibilidad de que el sepelio pueda celebrarse este fin de semana.
EL ACCIDENTE
El accidente se registró sobre las 16,20 horas del miércoles en la citada fábrica, donde se produjo una primera explosión --posteriormente hubo dos más-- en un depósito de alcohol con capacidad para 30.000 litros. Según las primeras hipótesis que barajan los bomberos, se produjo por una acumulación de gases que entró en contacto con alguna chispa de la maquinaria eléctrica.
La deflagración, que destruyó la parte del techo donde se encontraba el depósito, dado que la mayor fuerza de la onda expansiva salió por la parte superior, provocó un incendio dentro del bidón que los bomberos tardaron varias horas en extinguir, puesto que hubo que esperar hasta que se consumiera el alcohol para evitar que se reavivaran las llamas. El resto de la destilería no ha sufrido grandes desperfectos.
La Policía Nacional está investigando las causas de la explosión que, según los primeros indicios hallados en el lugar, "no parece provocada".
La Brigada de Policía Científica se ha hecho cargo de la investigación y está inspeccionando la zona para recabar pruebas que puedan determinar las causas exactas de la explosión, en colaboración con una unidad especializada en deflagraciones; mientras que la Policía Judicial se está encargando de la toma de declaraciones.