Vox pedirá en el Parlamento ayudas de Junta a mujeres "en riesgo de abortar, para favorecer el nacimiento del niño"

SEVILLA 1 Nov. (EUROPA PRESS) -

El grupo parlamentario Vox ha registrado una proposición no de ley en el Parlamento en la que se insta a la Junta a ofrecer "ayudas públicas a las mujeres en riesgo de abortar, a fin de favorecer el nacimiento del niño".

Así se recoge en la iniciativa bajo el título fomento de la natalidad en Andalucía, para su debate ante el Pleno del Parlamento, consultada por Europa Press.

Entre los otros puntos que recoge, se insta a la Junta a realizar una campaña institucional para concienciar a la opinión pública "del gravísimo peligro que supone para la sociedad la prolongada bajada de natalidad que padecemos"; a incrementar las ayudas a las familias numerosas, ayudas que sean crecientes por cada hijo adicional a cargo; a establecer medidas adicionales de conciliación familiar en el ámbito del sector público, "ya que éste debe ser ejemplarizante"; a conceder desgravaciones e incentivos económicos para las empresas que, voluntariamente, asuman planes de conciliación laboral que favorezcan la crianza de hijos; a reformar el tramo autonómico del IRPF, introduciendo desgravaciones crecientes por hijo a cargo, y a introducir la perspectiva de familia en toda la actividad legislativa y parlamentaria de la Junta.

En la exposición de motivos de la iniciativa, Vox indica que, sin duda, uno de los desafíos más urgentes a los que se enfrenta la sociedad andaluza es el grave problema demográfico que nos amenaza por el creciente envejecimiento del promedio de la población. Añade que, en este sentido, se podría pensar que nuestras instituciones públicas son conscientes de la gravedad de la situación, al haber reconocido en las comisiones institucionales la existencia de un "reto demográfico", pero la realidad es que "la mayor parte de las fuerzas políticas entienden este reto como un problema de distribución de la población, señalando el grave desequilibrio que se da entre ciertos lugares superpoblados
--básicamente, las ciudades y áreas metropolitanas de nuestra geografía-- y otros cada vez más solitarios y casi desérticos --la España o la Andalucía vaciada--".

Sin querer minimizar la importancia de esa cuestión, según Vox, el verdadero reto demográfico que acecha a nuestras sociedades no es una cuestión de distribución del asentamiento físico de la población, sino que lo auténticamente alarmante es su propia estructura insostenible, sustancialmente por falta de nacimientos.

Añade que es verdad que Andalucía no presenta las cifras extremas de otras regiones del norte de España, pero sería engañoso creer que, porque a otros les va peor, nuestro problema no reviste gravedad.

Según expone Vox, la bajada de natalidad está llevando al cierre de unidades escolares, con todo lo que ello supone de pérdida de empleo; el descenso de la población, así como su envejecimiento medio, producen en economía un descenso de la demanda de bienes y servicios, lo que contribuirá en muy pocos años a una contracción estructural de la economía, con graves consecuencias de paro y pérdida de competitividad; los tramos de población más dinámicos, que tienen más capacidad laboral y emprendedora, son evidentemente los jóvenes y las personas de mediana edad, cuya paulatina reducción numérica está produciendo un natural anquilosamiento de los sectores productivos, y el descenso de la población va a producir, igualmente, un deterioro del valor de los inmuebles, al reducir la demanda tanto de construcción de nuevos edificios como de adquisición y restauración de los ya existentes.

Asimismo, alerta de que el envejecimiento de la población va a producir un gasto desorbitado en pensiones y en sanidad, que tendrá que ser sufragado por un número decreciente de cotizantes.

A su juicio, parece evidente que algunos de los problemas indicados pueden paliarse con una inmigración ordenada, pero debemos ser conscientes "de que no somos un país atractivo para la captación de talento extranjero", sino que la inmigración que entra en España suele "traer una baja capacitación cultural y profesional, por lo que su productividad es escasa y no compensa, en términos generales, el esfuerzo que supone nuestro generoso gasto social".