Unas 12.000 personas excluidas consiguen un empleo en la última década gracias a un plan público de reinserción social

Europa Press Andalucía
Actualizado: domingo, 4 septiembre 2011 13:48

SEVILLA 4 Sep. (EUROPA PRESS) -

Cambiar las actitudes y modos de vida de personas en exclusión social o en riesgo de estarlo para conseguir su reinserción y la de sus familias en la sociedad es "lo más difícil" a lo que se enfrentan a diario los trabajadores que conforman los equipos de profesionales del programa 'Surge' de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social.

Sin embargo, es posible. Así lo demuestran las historias de las aproximadamente 12.000 personas que durante la última década han pasado por este Servicio Unificado de Renovación y Generación de Empleo (Surge) y que han conseguido un trabajo, a través del cual, han logrado salir de la situación de riesgo de exclusión social en la que vivían. De ellos, unos 2.800 contratos se han realizado en los dos últimos años, en 2009 y 2010.

Pero a la consejera para la Igualdad, Micaela Navarro, no le gusta analizar los datos de este programa por anualidades, sino "en un contexto más amplio" porque, según ha explicado en una entrevista con Europa Press, en las iniciativas dirigidas a cambiar actitudes, las conclusiones solo se pueden sacar a largo plazo. Fundamentalmente, porque el riesgo de exclusión social no está solo relacionado con la falta de recursos económicos de una familia, sino con multitud de variables. Sólo así se explica que, con los mismos ingresos, haya familias "no necesitan nada de nadie y se administran solas" y otras que no logran salir, generación tras generación, de esta situación.

Por eso Navarro resalta también que la Administración debe ser y es "muy rigurosa" en la aplicación del programa 'Surge'. "Hay que recordarles a las familias participantes que este programa es posible gracias a que hay otras familias que, quizás sin tener rentas excesivamente altas, están haciendo posible con sus impuestos que se mantengan estos programas y que ellos, con el apoyo de los profesionales, que son la clave, se conviertan en el principal agente de su cambio", advierte. De lo contrario, "no sirve para nada"; porque "no se trata de darle peces a nadie, sino de enseñarles a pescar".

Y desde que se puso en marcha este programa --antes con otros nombres que no eran 'Surge' pero cuyo fin era el mismo-- se ha 'enseñado a pescar' a una media anual de 2.500 personas. De ellas, el 60 por ciento de las que consiguieron un contrato de trabajo fueron mujeres que, además, suponen el 55 por ciento de las personas beneficiarias del programa. En cuanto a la edad, la mayor parte de todos los participantes (el 30%) tiene entre 20 y 29 años y, respecto al origen, cerca del 25 por ciento es inmigrante.

"'Surge' lo que intenta, por todos los medios, es que todo el mundo sea consciente de que tienen derecho a tener derechos, pero que también ahí existen las obligaciones, y ese es el principal cambio de actitud que hay que provocar. Porque lo que no se puede mantener es, 'sine die', un tipo de ayuda que no resuelve nada. Hay que resolver la situación porque, si no modificas la actitud, pues te pasas la vida dando ayudas y no obtienes resultado. Y eso no es justo tampoco", resume la consejera.

Para llevar a buen puerto todas las acciones que incluyen el programa --que siempre empiezan por la educación y por frenar el absentismo escolar de los más pequeños para después dar formación laboral a los mayores-- es "imprescindible" también la colaboración de las empresas contratadoras. En la actualidad, en torno a 1.100 colaboran en este proyecto para dar empleo a personas en situación de riesgo de exclusión social.

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