La alcaldesa de Écija entiende la "frustración" de los vecinos de La Alcarrachela y negociará con la empresa

ÉCIJA (SEVILLA), 6 (EUROPA PRESS)

La alcaldesa de Écija (Sevilla), la popular Silvia Heredia, ha celebrado una reunión con las familias de las 91 viviendas sociales de La Alcarrachela, en la calle Estatuto de Autonomía, que salieron a subasta como consecuencia de la liquidación de la ya extinta empresa municipal Sedesa y fueron adquiridas por un fondo privado por 1.150.000 euros.

En un marco en el que los vecinos de dichas viviendas esperan una sentencia a su impugnación judicial de dicho procedimiento y han protagonizado no pocas protestas, la alcaldesa ha insistido en que es "consciente de que hay preocupación y una frustración, porque después de 6 años no se ha conseguido alcanzar ningún tipo de solución o medida que sea viable para asegurarles la permanencia en sus casas".

"Y eso les motivó a manifestarse en el pasado pleno y a buscar soluciones en el Ayuntamiento. Por nuestra parte, les hemos trasladado que desde el Ayuntamiento entendemos su preocupación, ya que se finaliza el contrato con la empresa el próximo 17 de marzo y por otra parte, los vecinos están recibiendo una serie de reclamaciones porque esta empresa comienza a tener deudas, y estas deudas de la empresa se las están reclamando a los vecinos, para que cuando tengan que hacer el ingreso de los alquileres no se lo hagan a la empresa, si no a la hacienda pública o a las administraciones que les mandando este tipo de reclamaciones", ha explicado la primer edil.

Para Heredia, "ahora lo que toca es sentarse con la empresa, escucharla y que la empresa sepa el peso que tienen los vecinos junto con el ayuntamiento a sus espaldas y qué pretensiones tiene con las viviendas para un futuro".

"Hasta ahora los vecinos no se habían querido sentar con la empresa, pero vamos a escuchar cuáles son sus planes para las viviendas. Y que sepan que tanto yo como mi equipo de gobierno vamos a apretar muchísimo para que se garantice que los vecinos encuentren una solución real y razonable", ha defendido, adnmitiendo que es un problema "enquistado".