SEVILLA, 21 Feb. (EUROPA PRESS) -
Felipe Benítez Reyes y Carmen Amoraga presentaron hoy en Sevilla la obras ganadora y finalista del Premio Nadal 2007, 'Mercado de espejismos' (Destino) y 'Algo tan parecido al amor' (Destino), que fueron las protagonistas de un acto en el que el autor gaditano reveló que al escribir sus obras el prejuicio actúa como "guía estilística infalible" para saber lo que nunca escribiría "ni muerto", siendo consciente de que sus prejuicios "cada vez son mayores".
Asimismo, el ganador del Nadal apuntó que la inspiración de su novela es cervantina, un texto que "parodia los bestseller de la época, en este caso los libros histórico-esotéricos que supuestamente revelan misterios teológicos y que algunos lectores cometen el error de considerar verdaderos". Sin embargo, añadió que la obra va más allá de la simple parodia y narra una historia de personajes singulares, pero "siempre dentro de la realidad".
Benítez Reyes confesó que no cree en las distinciones genéricas y que no se considera un poeta que escriba novela, sino simplemente alguien interesado en la literatura en general. "Al igual que Álvaro Pombo tiene muchos libros de poesía publicados y nadie le pregunta si es un poeta que escribe novelas, yo tampoco me inscribo dentro de una clasificación en particular", apostilló el autor.
De igual forma, manifestó que, "si en la librería de mi pueblo la literatura me parece un fenómeno abarcable, cuando salgo de ella me siento apabullado y tengo miedo de que mi obra se pierda entre una inmensa cantidad de libros, así el Premio Nadal supone asegurar el futuro a mi novela al igual que un padre busca asegurar el destino a su hijo".
Por otra parte, la finalista del citado premio, Carmen Amoraga, explicó que su novela trata sobre las relaciones humanas y el amor en un sentido amplio, amor por los demás y amor propio que "no entiende de edad ni de género". Igualmente, resaltó la amistad como factor fundamental que entreteje toda la trama de la historia, "una unión que supera problemas y sirve de apoyo para seguir adelante".
Al hilo de ello, señaló que la novela narra la gran verdad sobre las mujeres de su generación, unas personas que "no son ni mileuristas ni amas de casa, sino trabajadoras entregadas que se ven envueltas en la mayoría de los casos en triángulos amorosos sin encontrar un culpable en particular". Así, confesó haberse inspirado en una situación que puede observar "en el 90 por ciento de los casos de su entorno".
