SEVILLA 7 Jun. (EUROPA PRESS) -
La fábrica que Corporación Alimentaria Peñasanta S.A. (Capsa), dependiente de Central Lechera Asturiana, mantiene a cuatro trabajadores por el momento, aunque tiene de plazo hasta el 31 de julio para cerrar las instalaciones tras aprobar un expediente de regulación de empleo (ERE).
Fuentes del comité de empresa ha indicado a Europa Press que tras aprobarse el ERE un total de 51 trabajadores "se marcharon de una sola vez" de la planta sevillana, luego otro grupo formado por siete empleados salieron a finales de mayo y, por el momento, quedan cuatro trabajadores realizando funciones de mantenimiento hasta que llegue la hora de cerrar.
De esta manera, se mantienen en la fábrica un trabajador de administrativo, dos empleados de mantenimiento y un trabajado del comité para "recoger las notificaciones y verlas con la empresas cuando es necesario".
Asimismo, las mismas fuentes han indicado que de los trabajadores que han dejado ya la fábrica, dos de ellos recibieron la oferta de seguir dentro de la compañía, pero en Asturias y "lo han aceptado", por lo que "se han trasladado a Asturias".
De esta manera, en la planta de Corporación Alimentaria Peñasanta S.A. "no hay prácticamente nada", sólo el personal imprescindible para recoger notificaciones y darle traslado.
Por otra parte, en cuanto a los pagos que Clesa, de Ruiz Mateos, adeudaba a esos trabajadores, las mismas fuentes han señalado que los trabajadores ya han demandado esta deuda e incluso han pasado por el Centro de Mediación, Arbitraje y Conciliación (CMAC).
La deuda que Clesa mantiene con los trabajadores de la fábrica asciende a las pagas extras de Navidad y beneficios, que se debería haber recibido el 1 de marzo, y las nóminas de enero, febrero y la liquidación hasta el 11 de marzo, fecha en la que volvieron a formar parte de Capsa.