El castillo de Montellano será visitable en septiembre tras las intervenciones realizadas por la Diputación

Actualizado: jueves, 9 agosto 2012 19:49

SEVILLA, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Castillo de Cote, enclavado en la Sierra de San Pablo en el municipio sevillano de Montellano, a 3,5 kilómetros al este de la localidad y declarado Bien de Interés Cultural desde 1993, va a poder ser visitado por vecinos y turistas a partir de mitad de septiembre, gracias a las intervenciones que ha realizado la Diputación de Sevilla, tanto en el sendero de acceso, como en el propio recinto del Castillo, a través de fondos Feder.

En un comunicado, el presidente de la Diputación de Sevilla, Fernando Rodríguez Villalobos, se ha felicitado de la repercusión positiva que esta actuación va a tener para la incorporación del Castillo a la vida cotidiana de la zona. "Cote va a dejar de ser una imagen en el horizonte para formar parte del entorno urbano, patrimonial y turístico de Montellano. Se trata de una muestra más de que el patrimonio se debe poner en valor y recuperarlo, para disfrute de los vecinos y como un bonus a los atractivos que para el turista tiene la provincia de Sevilla", señala.

Según Villalobos, "las actuaciones que hemos llevado a cabo sobre el acceso al Castillo de Cote, son consecuencia lógica de una política patrimonial que tiene como fin el reconocimiento y puesta en valor de los monumentos en sus enclaves naturales, reforzando su situación, en este caso estratégica, y recuperando el papel fundamental que el Castillo ha tenido históricamente en la sociedad de la comarca".

UN ENCLAVE NATURAL SINGULAR

La construcción del Castillo de Cote se sitúa a fines del siglo XIII, cuando el infante Don Enrique pierde la comarca de Morón, que le había sido entregada por su padre, por problemas con su hermano, Alfonso X, y las necesidades defensivas provocan que Morón y Cote pasen a la Orden de Alcántara.

Se trata de una fortaleza muy diferente de las que se sitúan en localidades cercanas, conformada por dos recintos concéntricos amurallados, uno exterior, a 300 metros de altitud, que delimitaba la villa medieval, de la que hoy quedan restos menores sobre la ladera; y otro interior, a 517 metros de altitud, delimitado por una meseta sensiblemente horizontal, que permite la aproximación y el acceso a la torre que lo ocupa.

Es en esa meseta donde se sitúa la pieza más singular del conjunto: la Torre de Cote, cudrilobilada en planta elevada sobre un basamento rectangular ochavado, que constituye uno de los ejemplos más interesantes de la arquitectura castramental española. Lo escarpado de su acceso ha contribuido a preservar el conjunto de un expolio total, aunque pocos elementos del perímetro conservan su geometría primitiva, por la descomposición de los morteros de las fábricas y la acción del agua.

ACTIVIDAD FÍSICA Y ACERCAMIENTO A LA HISTORIA

Las acciones de rehabilitación que se han llevado a cabo en Cote se centran en dos aspectos. Por una parte, revitalizar el sendero de acceso al Castillo, desbrozando y limpiando la vegetación, insertando piezas que permitan una ascensión escalonada y bancos de descanso, y delimitándolo con un encintado de piedra.

Además, se colocará una señalética que oriente correctamente y que haga hincapié en la localización de los restos arqueológicos del entorno, para ponerlos igualmente en valor, así como que ofrezca datos sobre la cantera, que constituye un elemento referencial del paraje natural del entorno.

Por otra, se ultima la adaptación del último tramo del sendero, que lleva a la meseta superior, desde la que el visitante se puede acercar cómodamente a la Torre, que todavía conserva parte de la muralla y permite conocer su geometría y construcción, gracias a la presencia de numerosos restos.

La intervención ha incidido en facilitar el acceso a la Torre, protegiendo a los visitantes de posibles caídas al vacío, ya que la distancia entre la entrada al Castillo y el cortado natural es de apenas metro y medio de ancho, y en proteger el recinto de las agresiones derivadas del intenso pastoreo descontrolado que sufre, con un recubrimiento de trámex, un material resistente que no puede ser pisado por los animales, y que se prolonga como una alfombra hasta el interior de la Torre, sin llegar a los paramentos.

La revitalización del sendero de acceso al Castillo de Cote pretende facilitar al visitante una experiencia, que conjuga la actividad física, mediante el contacto con el medio natural, con el acercamiento a la historia de la zona, a través de la puesta en valor de su impresionante patrimonio arqueológico e histórico.

"La experiencia es ir recorriendo los diferentes tramos de un paisaje cambiante, que tiene como premio las magníficas vistas de la Torre que se van descubriendo desde diferentes puntos del camino y que anuncia y anticipa la rotunda imagen que espera al visitante al final del sendero", concluye.