SEVILLA, 25 Dic. (EUROPA PRESS) -
El sindicato CCOO ha alertado de que dos de los tres barcos que aún estaban en las instalaciones de astilleros de Sevilla para su terminación finalmente los acabarán en los astilleros de La Naval de Sestao, en País Vasco, mientras que el tercer pedido "posiblemente se concluya en unos astilleros gallegos".
Fuentes del sindicato han indicado a Europa Press que "los administradores de astilleros han llegado a un acuerdo para que dos de los barcos que están en construcción en Sevilla se terminen de fabricar en La Naval de Sestao, en Bilbao, mientras que el tercer barco posiblemente lo terminará un astillero gallego, para lo cual se está a punto de cerrar otro acuerdo".
Lamentan que los tres barcos suponían "un volumen de empleo de 1.200 trabajos directos en un año y medio o dos años, pero ese empleo se marchará a País Vasco y Galicia".
En ese sentido, han advertido de que los trabajadores y los sindicatos "como trabajadores y como andaluces no van a permitir ese desmantelamiento de la industria andaluza", por lo que espera algún tipo de reacción de la Junta de Andalucía y de todos los partidos políticos y que partidos y administraciones "no permitan ese desmantelamiento".
Han apuntado asimismo que con estos acuerdos "se demuestra que teníamos razón, puestos estos tres barcos eran rentables y sabíamos que había armadores interesados en querer los barcos", tras lo que consideran que e eran proyectos "que tenían capacidad de financiación porque los barcos se iban a vender".
Han precisado que el acuerdo sobre los dos primeros barcos ya está firmado con La Naval y se los llevarán en enero, toda vez que "ya hay trabajadores de Sestao trabajando en Sevilla para preparar la marcha a Bilbao".
Asimismo han recordado que el 30 de enero de 2013 "es la fecha para liquidar los astilleros, y ya de momento se están llevando los barcos y la carga de trabajo".
Los últimos 58 trabajadores de astilleros de Sevilla terminaron el 31 de diciembre de 2011 sus contratos, en cumplimiento del expediente de regulación de empleo (ERE) de carácter extintivo, aprobado y autorizado por el Juzgado de lo Mercantil, lo que supuso el cierre de las instalaciones tras casi 60 años de historia de la factoría naval.
Desde entonces los trabajadores y sindicados han estado reclamando que esos barcos en construcción, propiedad de una entidad financiera, fueran terminados en la factoría de Sevilla, pedían que se reactivara la fabricación y terminación de esos barcos y se generara carga de trabajo en Sevilla, además de pedir el mantenimiento del uso industrial de las instalaciones navales.
