Los chabolistas de Tablada acudirán a la concentración convocada a las puertas del Ayuntamiento

Actualizado: lunes, 29 junio 2009 18:02

SEVILLA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -

Las familias exiliadas del Polígono Sur de Sevilla por temor a represalias tras la muerte de un menor de 17 años en un tiroteo entre clanes de etnia gitana, asentadas todas en un campamento entre el puente de Juan Carlos I y el puente de hierro de San Juan de Aznalfarache, acudirán mañana a la protesta convocada a las puertas del Ayuntamiento hispalense por varios colectivos y organizaciones, según informó a Europa Press una de las portavoces de estas familias.

Esta mujer, Aurora, informó de que estas 41 familias están al corriente de la concentración protesta convocada por la Federación Andaluza de Mujeres Gitanas (Fakali), la Asociación de Mujeres Gitanas de Andalucía (Amuradi), la Federación de Mujeres Progresistas, Movimiento contra la Intolerancia, Asociación Pro- Derechos Humanos, y la Asociación de Mujeres Progresistas Juristas de Andalucía (Astrea) ante el Ayuntamiento de Sevilla ante la "alarmante y preocupante" situación que atraviesan estas cerca de 300 personas.

El poblado, cabe recordarlo, carece de electricidad, agua potable o cualquier tipo de servicio público y hay más de cien menores residiendo en él sin apenas protección contra las altas temperaturas del verano, toda vez que el Ministerio de Economía y Hacienda, como titular de los suelos, ha ordenado el desalojo de la finca.

"A dónde vamos a ir", preguntaba retóricamente esta mujer, porque un pacto con el resto de familias que habitan el Polígono Sur les impide regresar a este barrio en el que la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio ha precintado los 41 pisos en los que moraban para esclarecer las condiciones de ocupación de los inmuebles.

Así, reconoció que, posiblemente, estas familias no cumplan la orden de desalojo, porque más allá de este poblado instalado a orillas del río Guadalquivir "no tenemos a donde ir", pues el propio retorno al Polígono Sur constituye un riesgo dadas las posibles represalias del clan al que pertenecía el menor fallecido al ser alcanzado por una bala perdida.