SEVILLA 8 May. (EUROPA PRESS) -
Ecologistas en Acción en Andalucía mostró hoy su "alegría" porque el buitre negro en Andalucía haya pasado a incluirse en una categoría de menor amenaza, 'vulnerable', por alcanzar una población reproductora de 278 parejas, si bien pidió "precaución" porque "aún hay amenazas que no se han solucionado totalmente".
En declaraciones a Europa Press, fuentes de la entidad ecologista criticaron que "siempre nos basamos en cantidades y no en la calidad, porque no se sabe que calidad tienen los reproductores si les está afectando la amenaza de veneno". Y es que, según informaron, "el veneno muchas veces llega a través de fitosanitarios, de pesticidas que se acumulan en el animal y de los cebos envenenados que ponen ganaderos y agricultores para depredadores que ellos creen que están molestando, pero es ilegal".
En cuanto a los efectos del veneno, "no mata sino quita la fertilidad, lo que hace que el buitre sea más débil", además "provoca que la capa del huevo se haga más delgada y no salen los pollos por el efecto del veneno", precisaron las fuentes, que puntualizaron que "el buitre negro es una de las especies más amenazadas por veneno".
Con todo, apostaron por tomar con "precaución" los datos y que el cambio a 'vulnerable' "no baje el nivel de protección", asimismo recordaron que en Cádiz, Granada y Málaga no se ha recuperado la especie.
Cabe recodar que alcanzar la población reproductora de 278 parejas ha sido fruto de las labores de la Consejería de Medio Ambiente dentro del Programa de Conservación del Buitre Negro en Andalucía, cifra que ha motivado la inclusión en una categoría de menor amenaza, 'vulnerable', según los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN).
En este sentido, el consejero de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, José Juan Díaz Trillo, anunció ayer en Córdoba que el incremento poblacional de la especie ha mantenido el número de adultos sexualmente maduros por encima de los 250 ejemplares de forma estable en los últimos años, lo que ha permitido hacer efectiva la reducción del nivel de amenaza, pasando de considerarse una especie 'en peligro' a únicamente 'vulnerable'.
Díaz Trillo aseguró que la evolución ascendente de la especie se mantiene cada año y que, desde la puesta en marcha en 2002 del programa andaluz de conservación, que cuenta con el apoyo del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural, el número de parejas ha crecido a un ritmo del 4,02 por ciento, lo que supone haber alcanzado una presencia mínima de 323 ejemplares en edad reproductiva.