Acto de entrega del 'Aldabón de Sevilla' en la Casa de la Provincia. - DIPUTACIÓN DE SEVILLA
SEVILLA 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Casa de la Provincia de la Diputación de Sevilla ha sido escenario del acto de entrega del undécimo galardón 'Aldabón de Sevilla', que otorga la Federación Sevillana de Casas Regionales y Provinciales. Este año ha recaído, a título póstumo, en Francisco Javier Yoldi García, economista, filántropo y una de las personas "más comprometidas y queridas de nuestra ciudad", según recuerda la organización.
Este reconocimiento, representado por un aldabón como el que se puede ver en la Puerta del Perdón de la Catedral, distingue a personas, entidades e instituciones que destacan por su trabajo diario y continuo en Sevilla. En el caso de Yoldi García, la entidad destaca que su vida estuvo marcada por "un profundo sentido de la justicia social, un amor inquebrantable por nuestras tradiciones y una firme voluntad de ayudar a los más vulnerables", hasta su fallecimiento, el pasado 20 de febrero, como consecuencia de un accidente.
Deja un "legado imborrable de dedicación, entrega y fe en las personas". Economista de profesión, desarrolló su carrera en Persán, empresa familiar. Sin embargo, su verdadera pasión siempre estuvo en la acción social. Su vida estuvo íntegramente ligada a la reinserción de personas privadas de libertad a través de la Asociación Zaqueo, entidad que presidió durante dos décadas", señala la Diputación en un comunicado.
"Fiel a su legado familiar", formaba parte del Patronato de la Fundación Persán, entidad que desde 2006 impulsa programas de formación y empleo para personas en situación de vulnerabilidad. La Hermandad de Montserrat "fue otro de los pilares fundamentales de su vida". Como hermano mayor, impulsó proyectos de acción social y promovió la inclusión en el seno de la hermandad.
"Su devoción al Santísimo Cristo de la Conversión del Buen Ladrón lo llevó a profundizar aún más en su compromiso con la labor penitenciaria. Quienes lo conocieron, según se destaca desde la federación, sabían que Francisco Yoldi García era un hombre de gran corazón. No se conformaba ni callaba ante la injusticia. Defendía con firmeza sus convicciones, pero siempre desde la nobleza y con el deseo sincero de mejorar la vida de los demás".