BRUSELAS, 15 Dic. (EUROPA PRESS) -
La organización ecologista Greenpeace ha criticado el reparto de posibilidades de pesca para la flota comunitaria en 2011 que los ministros de la UE han acordado esta madrugada, por considerar que algunas cuotas, como la del bacalao en aguas del norte o las capturas de atún rojo, son "demasiado altas" para proteger los caladeros.
Entre las decisiones adoptadas por los 27 tras casi tres días de negociaciones se incluye un aumento en un 15 por ciento la cuota de merluza ibérica y el 'statu quo' del cupo para la especie en aguas del norte. En el caso del atún rojo, sus capturas se pactaron en una reunión internacional el pasado mes de noviembre en París.
Greenpeace lamenta que hayan respaldado cuotas "demasiado altas", si bien reconoce que la comisaria de Pesca, Maria Damanaki, ha logrado defender la mayor parte de las "líneas rojas" de su propuesta inicial, que apostaba por importantes recortes.
"Es evidente que la Unión Europea es incapaz de administrar sus pesquerías bajo la normativa actual. Hay que controlar el exceso de pesca irresponsable y reformar la política pesquera para permitir recuperar los recursos pesqueros", ha declarado en un comunicado la directora para Europa de políticas oceánicas de Greenpeace, Saskia Richartz.
En su opinión, los ministros europeos de Pesca deben comprometerse para "reducir el tamaño y la destrucción de la flota" comunitaria y fijar "reservas marinas" protegidas.
Los 27 iniciaron el lunes las conversaciones para el reparto de Totales Admisibles de Capturas (TAC) y cuotas para 2011. En este encuentro se ha decido el reparto del 20 por ciento de las especies que captura la flota comunitaria, ya que el resto se deciden en reuniones previas o foros internacionales.
Greenpeace exigió a la UE que ponga fin a la pesca "destructiva" de la flota industrial comunitaria con una protesta el primer día frente a la sede del Consejo de la UE en la que tenía lugar la reunión.
Entre las decisiones adoptadas por los 27 figura un incremento del 15 por ciento de la pesca de la merluza en aguas ibéricas (Cantábrico, Galicia, Portugal y golfo de Cádiz) y mantiene la misma cuota que en 2010 para este recurso en aguas del norte (Gran Sol y aguas de Escocia e Irlanda), en la línea de la propuesta inicial de Bruselas.
España pidió mejoras para el cupo del norte pero finalmente ha dado por bueno el mantenimiento del 'statu quo' porque cree que así lo avalan los informes científicos.
