Valderas firma un convenio con la máxima autoridad audiovisual de Andalucía
SEVILLA, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Administración Local y Relaciones Institucionales y el Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA) han acordado este lunes vigilar y controlar la publicidad "fraudulenta y engañosa" en materia de consumo que difunden los medios de comunicación, reforzando de este modo la defensa de los derechos de las personas consumidoras.
Se trata de establecer un "marco de comunicación permanente y fluido", que permita a las instituciones "situarnos en las mejores condiciones de defensa de los derechos de las personas consumidoras", según ha explicado el vicepresidente de la Junta y consejero, Diego Valderas, tras suscribir en Sevilla un protocolo de colaboración con la presidenta del Consejo Audiovisual de Andalucía (CAA), Emelina Fernández.
Ha recordado que con este acuerdo se recupera la colaboración con la máxima autoridad audiovisual de Andalucía, lo que considera "un nuevo impulso" que va a facilitar y mejorar la comunicación en materia de defensa de las personas consumidoras. En este sentido, ha abordado con la presidenta del Audiovisual la conveniencia de "desarrollar un trabajo específico" que podría incluirse en los planes anuales del Consejo para 2015.
Valderas ha insistido en la "importante labor" que realiza el Consejo en el control de los elementos audiovisuales, dado que los temas de consumo tienen cada día más incidencia y un "mayor sentimiento de necesidad de defensa" para la sociedad.
Por su parte, la presidenta de la institución encargada de velar por los medios audiovisuales, Emelina Fernández, ha destacado el interés de esta colaboración entre instituciones con el objetivo de "ser más útiles a la sociedad".
Ha explicado que el tema de los "productos milagro", cuya publicidad está prohibida, es un "asunto sensible", y ha añadido que gracias a la capacidad sancionadora del Consejo puede ponerse fin a este tipo de prácticas.
Asimismo, ha informado que las últimas encuestas realizadas entre personas consumidoras ponen de relieve que cada vez resulta a los espectadores más difícil distinguir entre publicidad e información.
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