Juzgan en junio por injurias a un ocupa de 'Casas Viejas' que acusó a la Policía de torturarlo

Europa Press Andalucía
Actualizado: domingo, 30 enero 2011 12:17

SEVILLA 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

Un Juzgado de lo Penal de Sevilla juzgará por injurias y calumnias el próximo mes de junio a uno de los ocupas del Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) 'Casas Viejas' que acusó a agentes de la Policía Nacional de torturas físicas y psicológicas durante el desalojo de este espacio que tuvo lugar en diciembre de 2007, según han informado a Europa Press fuentes del caso.

En este sentido, las mismas fuentes han precisado que será el próximo día 27 de junio cuando un Juzgado de lo Penal de la capital hispalense celebre la vista oral contra esta persona, para quien la Fiscalía solicita en concepto de responsabilidad civil el pago de 8.000 euros a favor de cada uno de los dos agentes policiales a los que acusó de torturas.

Una vez que se consumó el desalojo de 'Casas Viejas', dos de los ocupas se introdujeron en una especie de zulo donde permanecieron encadenados en "resistencia pacífica" hasta 48 horas para evitar el derrumbe del inmueble. Agustín, uno de los ocupas, ya relató en rueda de prensa que, en la primera de las "torturas" a las que fueron sometidos para que se soltaran, la Policía Nacional le ató a su compañero con una cuerda la muñeca que tenía fuera del tubo de hormigón y, entre tres agentes, tiraron de la misma para conseguir que se soltara.

A consecuencia de esto, aseguró que a su compañero se le hinchó la muñeca, por lo que, pese a tener la llave del candado con la que estaba sujeto --los jóvenes estaban encadenados con un mosquetón y un candado--, estuvo un día completo sin poder soltarse. Agustín aseguró que en su caso habían procedido igual, aunque en esta ocasión con la cuerda atada a la cintura.

Explicó después que el segundo de los "maltratos" ocurrió al final de las acciones del desalojo, cuando la Policía "les ató con una cuerda y precintó ambos tobillos con la mano que tenían libre", de manera que "el cuerpo se les quedaba arqueado, se les cortaba la circulación y además no podían mover los dedos". La situación fue descrita por el joven como de "dolor intensísimo".

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