El encuentro se celebrará en un lugar neutral y participarán cuatro personas por cada una de las partes
SEVILLA, 18 Jun. (EUROPA PRESS) -
Cuatro representantes del poblado chabolista instalado entre el puente de la Juan Carlos I y el puente de hierro que conecta San Juan de Aznalfarache con Sevilla, asentamiento creado por familias del Polígono Sur que abandonaron la zona tras el tiroteo en el que murió un menor de 17 años víctima de una bala perdida, se reunirán esta noche con cuatro personas escogidas entre las familias del propio Polígono Sur en un nuevo intento de llegar a "un acuerdo" que resuelva el destino de estas 41 familias exiliadas de las Tres Mil Viviendas.
El director gerente de la Unión Romaní de Andalucía, Manuel García Rondón, informó a Europa Press de que la citada reunión se celebrará "en un lugar neutral" alejado del Polígono Sur y del asentamiento chabolista, extremo que confirmó a Europa Press Aurora, una de las mujeres que habitan este poblado en el que residen cerca de 300 personas en más de 60 chabolas que carecen de agua potable, electricidad, saneamiento o cualquier tipo de servicio básico.
Según Manuel García Rondón, en el encuentro tomarán parte cuatro de los líderes del colectivo chabolista, cuyos miembros han intentado en dos ocasiones recuperar las viviendas que habitaban en el Polígono Sur, y "tres gitanos y un payo" escogidos por las familias del Polígono Sur, un espacio inicialmente vetado a los habitantes del asentamiento bajo la advertencia de represalias por parte del clan al que pertenecía el muchacho fallecido en el citado tiroteo.
"Los hombres tendrán que llegar a un arreglo", dijo Aurora manifestando la esperanza de los chabolista en que ambas partes alcancen algún tipo de salida al conflicto, porque la vida en el poblado, bajo aplastantes temperaturas, matorrales, insectos y sin servicios básicos "no es manera de vivir".
Manuel García Rondón, de su lado, dijo a Europa Press que las autoridades deben atender a los habitantes del poblado ante la "emergencia social" que constituyen sus precarias condiciones de vida, advirtiendo de que el clima de enfrentamiento surgido entre los dos clanes en liza induce a pensar que los chabolistas "no pueden pisar" el Polígono Sur, donde el pasado domingo un nuevo intento de ocupar sus antiguas moradas concluyó con un pacto entre las partes para que este clan no retornase a las Tres Mil Viviendas.
UNA BALA PERDIDA
Varias familias arraigadas en el entorno del barrio marginal de las Tres Mil Viviendas huyeron de la zona por temor a "represalias" como consecuencia del tiroteo que el pasado 29 de marzo se saldó con la muerte de un menor de etnia gitana de 17 años en la calle José Sebastián Bandarán, donde una bala perdida alcanzó en la cabeza al menor mientras presenciaba el intercambio de disparos desde un todoterreno manejado por su propio padre.
Estas familias abandonaron el Polígono Sur prácticamente al día siguiente de que se produjera este tiroteo entre clanes de etnia gitana, si bien la muerte del menor no aconteció hasta días más tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío a consecuencia de las lesiones craneoencefálicas derivadas del impacto de bala. Se da la circunstancia de que uno de los clanes que habría participado en el tiroteo, actualmente investigado por el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, está formado por algunas de las personas que aterrizaron en el Polígono Sur tras el desmantelamiento del asentamiento chabolista de Los Bermejales.
