Más de 200 profesores de religión de Secundaria desconocen su destino dos días después de empezar el curso, según ANPE

Europa Press Andalucía
Actualizado: jueves, 17 septiembre 2009 19:57

SEVILLA 17 Sep. (EUROPA PRESS) -

Más de 200 profesores de religión de Educación Secundaria en Andalucía "desconocen aún su destino", dos días después de que haya empezado el curso académico 2009-2010 y de que la Consejería de Educación haya publicado oficialmente la adjudicación de horas de la asignatura de religión en los institutos andaluces, según criticó hoy el Sindicato Independiente de Andalucía (ANPE).

En declaraciones a Europa Press, el presidente de ANPE Andalucía, Francisco Padilla, explicó que, pese a que las horas totales asignadas a la religión en los centros de Secundaria este año son un total de 10.746, "el problema está en que esas horas no son estables, sino que después son las Delegaciones Provinciales de Educación las que van haciendo cambios al alza o a la baja, dependiendo del número de alumnos que se hayan matriculado" en esta materia en cada uno de los centros de secundaria de la provincia.

Según indicó Padilla, por esta razón, "y porque las matrículas no se han cerrado hasta que no se han terminado los exámenes de septiembre y se han dado las notas", se produce un "desfase" de plazos y entre la oferta y la demanda de profesores de religión y alumnos que quieren cursar dicha asignatura. Además, "el problema se agrava para los equipos directivos, que ahora tienen que rehacer horarios, con el trabajo que eso conlleva", apuntó.

Para evitar estos "desajustes" de horarios, ANPE exigió a la Consejería de Educación un "horario estable, regular y orientativo" para los profesores de religión ya que, al no ser funcionarios y estar considerados como personal laboral con "contrato indefinido por horas", cada curso se ven "obligados" a revisar sus horas de docencia dependiendo de la demanda de la asignatura que existe en el centro al que está destinado.

No obstante, ANPE especificó que "tampoco se trata de pedir que sean siempre las mismas horas todos los años, pero sí que se revise en junio, y no en septiembre con el número de matriculaciones en la mano, la tendencia al alza o a la baja según la evolución de los dos o tres últimos años", ya que, de esta manera, "se evitarían auténticos desastres, no sólo para los profesores de religión sino también para los centros y equipos directivos, que tienen que trabajar a deshora y los fines de semana para reajustar los horarios lectivos".

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