Más de una veintena de personas fallecen en lo que va de año en Andalucía por ahogamiento en playas y piscinas

Actualizado: viernes, 14 agosto 2015 17:33

SEVILLA, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -

El número de personas que han perdido su vida en Andalucía en lo que va de año 2015 por ahogamiento asciende a 23, después de que este viernes se haya registrado otra muerte por esta causa en la provincia de Almería. Del total del fallecidos, 17 han perdido la vida cuando se bañaban en el mar y seis lo han hecho en piscinas, balsa de riego e, incluso, en un pantano.

El último caso se ha producido este mismo viernes cuando un hombre de unos 41 años y vecino de la provincia de Jaén ha fallecido ahogado en la playa de Mónsul, en el Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar (Almería), después de que tratara de rescatar a dos menores de edad que habían quedado atrapados en el mar a causa de las corrientes marinas derivadas del viento de Poniente.

Precisamente la provincia almeriense vivió cuatro sucesos de este tipo en el mes de julio, según el recuento elaborado por Europa Press. Así, el día 4 fallecieron dos personas ahogadas en Níjar. Un bañista, vecino de Almería, murió en la cala de los Toros, mientras horas después una mujer de 59 años de edad falleció cuando era trasladada al Hospital de Torrecárdenas de Almería tras ser rescatada del agua en la que se bañaba en la cala del Plomo.

El Ayuntamiento de la localidad almeriense vinculó los sucesos al temporal de levante que afectó a la zona esos días. Precisamente, dos días más tarde, un varón de 86 años murió mientras que se bañaba en la playa de San Juan de los Terreros, en Pulpí.

El 17, también del mes de julio, un varón de 53 año fue hallado muerto en la playa de El Algarrobico, en Carboneras. El hombre se encontraba tendido "boca abajo" junto al rompeolas.

ESTUDIANTES TURCOS

En lo que llevamos de año 2015, ocho bañistas han perdido la vida en la provincia de Málaga, donde tuvo lugar el suceso más trágico. Fue en abril, cuando tres jóvenes turcos fallecieron cuando se encontraban en la playa de La Venus, en Marbella.

Eran dos estudiantes y un profesor, pertenecientes a un grupo de estudiantes con discapacidad auditiva y profesores de la localidad turca de Çanakkale Gelibolu (Galípoli). La investigación indicó que el monitor y dos de los estudiantes se lanzaron al agua al comprobar que un compañero tenía problemas para salir. Finalmente, tres fallecieron y un cuarto tuvo que ser hospitalizado.

Otro turista, un joven polaco de 25 años, murió tras caer al mar en la playa de La Torrecilla de Nerja y su cuerpo tuvo que ser recuperado por efectivos de la Guardia Civil, en una zona rocosa y de difícil acceso afectada por un temporal de levante que azotaba el litoral de Málaga.

El pasado 25 de julio, último caso de muerte por ahogamiento en la costa malagueña, un hombre de 73 años falleció en la playa de Las Acacias, en la zona de Pedragalejo, en Málaga capital.

Ya en junio, las playas malagueñas registraron dos muertes más. En concreto, el día 10, falleció un hombre en La Morera de Benalmádena, después de que varios bañistas alertaran de que tenía problemas para salir del agua y de que, una vez en la arena, las labores de reanimación ni tuvieran éxito.

Diez días después, murió una mujer cuando se bañaba en la playa de La Cepa de Fuengirola y también después de que los intentos de reanimación cardiopulmonar de los servicios sanitariros resultaran infructuosos.

La trágica relación de fallecidos que han muerto ahogados en las playas andaluzas se completan con tres en la costa gaditana y dos en Granada. De esta manera, en los últimos días de julio murieron en Cádiz un varón de 54 años se bañaba en la playa del Rinconcillo de Algeciras y un hombre de 61 años de edad y natural de Madrid en aguas de la playa de Cortadura de Cádiz capital, en concreto en el tramo de playa comprendido entre el Ventorrillo El Chato y Torregorda.

A estos dos casos hay que sumarle los casos de un hombre que perdió la vida en la playa de La Barrosa, perteneciente al municipio gaditano de Chiclana de la Frontera, a causa del fuerte oleaje.

En Granada, a finales de mayo falleció un joven de 29 años que practicaba buceo en el paraje de Cerro Gordo, en Almuñécar y cuyo cuerpo fue recuperado en horas después de su desaparición en una zona conocida como Calaisa y la playa de Cantarrijan.

El último trágico suceso en la costa granadina fue el fallecimiento a finales de junio de un hombre de 79 años cuando se bañaba en la playa de Poniente, en Motril (Granada). El bañista fue sacado del agua con problemas para respirar pero los sanitarios que se desplazaron al lugar no pudieron hacer nada por salvar su vida.

PISCINAS, BALSA DE RIEGO Y PANTANOS

No solo en las playas han perecido bañistas en Andalucía, sino que cinco personas han perdido la vida en piscinas, balsa de riego o, incluso, en un pantano.

El domingo pasado, en el pantano de Bornos (Cádiz), un pescador falleció al precipitarse al agua en la cola del embalse.

También en agosto, un niño de ocho años perdió la vida tras caer a una balsa de agua en la población de San Isidro, perteneciente al municipio almeriense de Níjar. Los testigos, además de solicitar ayuda porque el niño había caído al agua, también trasladaron al Servicio Coordinado de Emergencias 112 de Andalucía que el menor no sabía nadar.

El 7 de junio, un menor de 17 años de origen marroquí murió en la piscina municipal de la Salobreja de Jaén capital, a la que había accedido junto a un grupo de unos quince jóvenes saltando una valla cuando estaba cerrada al público. El menor de 17 años, de nacionalidad marroquí, era uno de los chicos acogidos en el Centro de Protección de Menores 'Carmen de Michelena', perteneciente a la Junta de Andalucía y ubicado en el casco histórico de la capital jiennense.

Ya en el mes de junio el municipio de Vélez-Málaga, murió un varón alemán de 75 años en una piscina de Torre del Mar. Su cuerpo apareció flotando en el agua y la Policía Nacional solo pudo certificar su muerte.

Ese mismo mes también falleció un joven de 15 años en el parque acuático de Villafranca de Córdoba después de que se desmayara y cayera al agua.

El adolescente, de origen marroquí, se encontraba en el parque con una excursión del instituto de Lucena en el que estudiaba. El informe forense preliminar indicó que la causa del fallecimiento fue un "síndrome anoxico por sumersión" pero el juez solicitó un informe de la Policía Judicial y otro a la Guardia Civil de Villafranca para investigar cómo sucedieron los hechos.

A finales de mayo, la piscina también se cobró la vida de un bebé de sólo 18 meses de vida de Palomares del Río (Sevilla). El niño murió en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) de un hospital sevillano, dos días después de haber caído al agua en una piscina de la vivienda particular de su familia, ubicada en el municipio aljarafeño.

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