Archivo - Imagen de archivo de las últimas excavaciones arqueológicas en Cerro Macareno - AYUNTAMIENTO DE LA RINCONADA - Archivo
SEVILLA 10 Nov. (EUROPA PRESS) -
El decreto por el que se inscribió el yacimiento Cerro Macareno, ubicado en el término municipal de La Rinconada (Sevilla), en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, como Bien de Interés Cultural (BIC), con la tipología de zona arqueológica, ha sido modificado tras la estimación parcial de un recurso potestativo de reposición contra dicha norma, de 16 de abril de 2024.
Así aparece publicado este lunes en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA), consultado por Europa Press. El citado recurso fue interpuesto al considerar los recurrentes que fue dictado "sin que las alegaciones formuladas en el trámite de audiencia hubiesen sido examinadas, valoradas y respondidas en el órgano instructor".
No obstante, las alegaciones planteadas en ese trámite "eran sustancialmente las mismas que se expusieron como motivos de impugnación en el escrito de interposición del recurso", por lo que, "al darse cumplida respuesta a los mismos en el acuerdo de 5 de noviembre de 2025, del Consejo de Gobierno, por el que se resuelve el recurso, quedaría subsanado el vicio determinante de indefensión en que se incurrió en la tramitación del procedimiento, no resultando pues necesaria la retroacción del mismo".
En síntesis, mediante la estimación parcial del mencionado recurso potestativo, el Consejo de Gobierno da una nueva redacción al apartado V del anexo, en el que se delimita el entorno de protección de la Zona Arqueológica, y al subapartado 2 del apartado VI del anexo, en el que se establecen las instrucciones particulares para el referido entorno de protección.
En cuanto a la delimitación del entorno, queda redactado como sigue: "La protección del BIC Cerro Macareno se acompaña de la delimitación de un entorno con una superficie de 76,53 Ha, destinado, por un lado, a promover la contemplación, apreciación y estudio del yacimiento arqueológico y, por otro, a evitar alteraciones que afecten a sus valores patrimoniales".
Con este doble objetivo, la definición del espacio que conforma dicho entorno se ha fijado con base en el análisis de los siguientes aspectos: la relación del Bien con el área circundante; las circunstancias de visibilidad del Bien en el espacio y la problemática urbanística de la zona.
El carácter prominente permite la apreciación del Cerro Macareno como el yacimiento arqueológico que es: el resultado de la superposición de depósitos y construcciones generados por la ocupación humana del lugar a lo largo del I milenio a. C. Asimismo, la conservación del yacimiento en dos montículos "da cuenta de la destrucción y el arrasamiento al que fue sometido el enclave en el pasado".
Desde los dos montículos en los que ha quedado dividido se divisa un paisaje de vega con tierras dedicadas a la agricultura; también una zona urbana en la que conviven áreas residenciales con otras industriales y del sector servicios. Aun asím en este paisaje actual también se pueden reconocer núcleos urbanos que en época protohistórica eran poblaciones dispuestas en la orilla del paleoestuario del Guadalquivir, caso de la cercana Ilipa (Alcalá del Río) y Sevilla.
Un último aspecto que se ha tenido en cuenta a la hora de definir el ámbito espacial del entorno ha sido el de las relaciones que se establecen entre el yacimiento y San José de la Rinconada. El enclave arqueológico se localiza en terrenos de la Hacienda Los Solares. Los dos montículos se han aprovechado en fechas recientes para la apicultura, mientras que el resto del área delimitada del yacimiento se dedica a distintos cultivos de regadío.
Este mismo uso agrícola tienen en la actualidad algunos terrenos colindantes, pero la proximidad del Bien a zonas plenamente urbanas se presenta "como un factor que puede suponer la alteración de las condiciones de apreciación, contemplación y estudio del yacimiento".
El entorno delimitado afecta a parcelas rústicas y un tramo del arroyo Almonázar, así como al área con material arqueológico en superficie identificado y protegido por el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) vigente de La Rinconada con la denominación Cerro Macareno II.
Así, la zona denominada Cerro Macareno II es una zona contigua al bien protegido que contiene restos arqueológicos en superficie, respecto del que el citado PGOU establece la necesidad de realizar en él actividades arqueológicas previas a la remoción de suelo. Al respecto, se exige la aplicación de medidas que protejan la visualización del bien en la parte de suelo no urbanizable. En la zona del suelo urbanizable se mantendría la ordenación definida en planeamiento, hasta su modificación, en su caso.
EDAD DEL HIERRO EN EL BAJO GUADALQUIVIR
El yacimiento constituye un referente de las investigaciones sobre la Edad del Hierro en el Bajo Guadalquivir, por lo que puede considerarse, junto con El Carambolo y Carmona, "uno de los mayores hitos historiográficos de la Protohistoria del suroeste de la Península Ibérica".
En este sentido, el Cerro Macareno se configura como un enclave con un "enorme valor científico e histórico", ya que suministra una "guía excelente" para el conocimiento de toda la secuencia cultural protohistórica del Guadalquivir inferior, como destacaba la Junta, hace ahora un año y medio, con ocasión de su inscripción en el Catálogo General del Patrimonio Histórico como BIC.
Su arquitectura, en gran parte elaborada con tierra en forma de tapial y/o de adobe, permitirá profundizar en la conservación de estos materiales, que son también los empleados para los revestimientos de los edificios y para los suelos.
IMPORTANCIA FLUVIAL
El asentamiento se localizaba en la orilla izquierda del paleoestuario del Guadalquivir, la principal ruta de entrada al valle bético durante la Protohistoria. Como otras ciudades situadas en la orilla de esta ría, la población del Cerro Macareno aprovechó las facilidades de comunicación y transporte del cauce fluvial, que se interpreta como un enclave portuario conectado al curso principal del río en uno de sus meandros.
El Cerro Macareno se dispone sobre una zona de terrazas del río, quedando sus flancos oeste y norte delimitados por el arroyo Almonázar. Este asentamiento cuenta con una secuencia estratigráfica que abarca desde el siglo VIII al II-I a. C. No obstante, algunos materiales arqueológicos de superficie y otros hallazgos casuales podrían indicar una duración del hábitat algo más prolongada en algunos de sus sectores, o al menos una frecuentación del sitio en época romana imperial.
Del yacimiento se desconoce su nombre antiguo, ya que no parece que subsistiera en el momento en que se redactaron los informes geográficos e históricos romanos. Esta circunstancia se cumple también, y por las mismas razones, en la ciudad que se ubicó hasta el siglo V a. C. en el Cerro de la Cabeza de Santiponce y en el santuario emplazado en el Carambolo.