Nicolás Salas reconoce el derecho de la izquierda de honrar a sus caídos, pero crítica "el uso de la Memoria Histórica"

Actualizado: viernes, 25 septiembre 2009 16:24

El escritor muestra en su libro que "sin el éxito de Queipo en Sevilla no se hubiera dado el alzamiento"

SEVILLA, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

El escritor, nacido en Valencia y afincado en Sevilla desde 1934, Nicolás Salas indicó hoy que si "durante 40 años la derecha ha podido honrar a sus muertos, la izquierda tiene toda la voluntad y el derecho para poder hacer lo mismo con los suyos y, por lo tanto, hay que valorar y apoyar que las izquierdas puedan recuperar a sus caídos", aclarando que "una cosa es recuperar la memoria y otra utilizar la ley como instrumento arrojadizo contra el régimen de Franco".

En una entrevista concedida a Europa Press, Salas manifestó que la Ley de Memoria Histórica es como "lanzar una piedra en una charca infectada, ya que lo que era un instrumento precioso para recuperar la memoria histórica de verdad se ha convertido en una memoria parcial" y señaló a Izquierda Unida y Ezquerra Republicana de Cataluña de trata de hacer una "ley de antifranquismo, de resentimiento y revanchismo", algo que trata de combatir en su nuevo libro 'La Guerra Civil en Sevilla' (Guadalturia).

Salas muestra en la obra 'La Guerra Civil en Sevilla' que "sin el éxito de Queipo de Llano en la conquista de la ciudad no se hubiera dado el éxito del alzamiento del bando nacional, pues la entrada de las tropas del general en Sevilla fue clave para el desarrollo de la Guerra Civil". Al hilo de esto, apuntó que todo el plan del General Mola fracasó "rotundamente" en toda España y "el único sitio donde tenían previsto que fracasaría como era Sevilla, triunfó" y añadió que "Sevilla, la roja, era una plaza pérdida para las tropas del bando nacional y por tal motivo mandaron a Queipo a que se estrellara, pero a la postre, se convertiría en el hombre clave".

Salas confesó que su intención ha sido dibujar "una visión de la Guerra Civil y de las posteriores represiones de forma total, dejando a un lado las miradas parciales de la contienda". El libro, que cuenta con una material fotográfico de un total de 1.183 ilustraciones de un fondo de más de 6.000 para que "la gente crea lo que se dice, siempre teniendo en cuenta a los dos bandos, para que sea el lector quien juzgue los comportamientos de unos y de otros".

El volumen, que se engloba dentro de la colección Episodios Sevillanos del siglo XX, aborda desde el año 1931 con los comienzos de la República y, sobre todo, con los antecedentes del frente popular para comprender cómo se origina la Guerra Civil, el 18 de julio, la contienda y las represiones hasta el año 1959, siendo esto último "la gran novedad y la gran aportación para el conocimiento".

500 MUERTOS POR LAS IZQUIERDAS, 8.300 POR LAS DERECHAS

El contraste de lo datos le ha llevado a afirmar que "la represión de las derechas fue terriblemente superior a la de las izquierdas" y apuntó que "las izquierdas asesinaron poco menos de 500 personas desde el 18 de julio y el 11 de septiembre, el periodo de tiempo que las tropas de Queipo de Llano tardaron en conquistar Sevilla y la provincia, mientras la represión del bando nacional superaron las 8.300 personas".

Ante esto, dijo que se trata de un dato "espeluznante" que demuestra "la enorme crueldad" que supuso la Guerra Civil en Sevilla, por lo que consideró que "después de 75 años seguir todavía hablando de que un bando fue peor que otro, lleva a la confusión", concluyó.

Otra de las conclusiones a las que ha llegado el escritor es que "las nuevas generaciones van a tener la oportunidad de conocer la verdad escueta porque ahora mismo con una mala interpretación de la memoria histórica se está desnaturalizando la historia y se está inyectando veneno en vena a la juventud".

Salas definió la forma de conquistar Sevilla como "única y singular" en todo el territorio español. No obstante, indicó que en la ciudad el fracaso de las izquierdas sólo se entiende por la "desorganización y la falta de dirección" sobre las masas, pues mientras el bando nacional contaba con unas 200 personas en la sublevación en la Plaza Nueva, había más de 20.000 milicianos y obreros por toda la ciudad.

RÉPLICA DE LAS MEMORIAS DE QUEIPO

El escritor, autor de otros libros sobre el conflicto civil como 'Sevilla fue la clave', 'Bienvenido a Sevilla' o 'Morir en Sevilla', confesó a Europa Press que esta obra es "una réplica a las memorias del general en las que éste ignora a todas las personas que le ayudaron a triunfar y que es un acto de egoísmo e ingratitud impresionante de Queipo".

Así, según Salas, Queipo contó con la colaboración de unas 40 personas, donde 15 fueron claves en su triunfo. Como ejemplo, dijo que el director de Unión Radio Sevilla, Antonio Fontán de la Orden, poniendo en juego su vida permitió que el general hablará por la radio la noche del 18 de julio. Otro de los hechos que se desconoce por la sociedad y que de haber sucedido hubiera "tirado por tierra" la sublevación es el intento por parte de los milicianos de volar la noche del 18 la presa de Cala, lo que hubiera supuesto una inundación cuatro veces mayor que el desbordamiento del Tamarguillo en la ciudad y que evitó el guarda de la presa.

El libro, que se basa en el testimonio oral y que es fruto del trabajo de más de 40 años, revela que la Guerra Civil en "la provincia no tuvo el mismo significado que en la capital, pues alcanzado los años 80 aún existía miedo y odio en los pueblos de Sevilla, donde todo lo sucedido en España seguía vigente como pudo vivir el autor en pueblos como Arahal, Lora del Río o Constantina", explicó.