El origen genético y geográfico define adaptación del pino carrasco a un clima extremo, según estudio de la UPO

Muestras de madera analizadas.
Muestras de madera analizadas. - UPO
Publicado: lunes, 8 junio 2020 18:10

SEVILLA, 8 Jun. (EUROPA PRESS) -

La adaptación del pino carrasco a fenómenos climáticos extremos, sean años muy secos o muy húmedos, depende más de la procedencia genética y geográfica, que de las condiciones del clima local, según las conclusiones de un estudio liderado desde INIA (Madrid) y Cetemas (Asturias), en colaboración con la Universidad Pablo de Olavide de Sevilla (UPO) y la Universidad de Coimbra (Portugal).

Gracias a esta investigación, se han cuantificado por primera vez, bajo condiciones de clima homogéneas, las diferentes estrategias de adaptación de la especie ante "sequías extremas o años muy favorables climáticamente". Para ello, se ha usado la información contenida en los anillos anuales de crecimiento mediante "dendrocronología y microdensitometría", identificando los mecanismos de plasticidad que muestran una información de alto valor para diseñar políticas de mejora genética forestal, así como planes de conservación y adaptación de los pinares mediterráneos frente al cambio climático, informa la UPO en un comunicado.

El trabajo, liderado por la investigadora Andrea Hevia, de Cetemas --actualmente investigadora en la Universidad de Huelva-- y colaboradora de UPO, ha sido publicado recientemente bajo el título 'Which matters more for wood traits in Pinus halepensis Mill., provenance or climat?' en la prestigiosa revista forestal Annals of Forest Science.

Los autores del trabajo han aplicado novedosas técnicas de análisis de los cambios temporales de densidad en la madera durante la vida de los árboles, como un fiel registro de las variaciones ambientales entre años y dentro de cada año de crecimiento. El estudio se ha realizado a partir de un ensayo establecido por el INIA-CIFOR en 1998 y mantenido por la Red Española de Ensayos Genéticos Forestales (Genfored) coordinada durante años por el investigador Ricardo Alía, coautor del trabajo.

Este ensayo se ha mantenido bajo condiciones controladas incluyendo 56 poblaciones de diferentes procedencias mediterráneas de pino carrasco de las que seleccionaron 8 de 18 procedencias genéticas de España, Italia, Francia y Grecia. Esta variación de la anatomía durante el crecimiento frente a los cambios estacionales del clima anual, son conocidas como "fluctuaciones de densidad de la madera" y se consideran un novedoso resultado como rasgo de adaptación frente a los escenarios futuros de cambio climático.

La plasticidad y adaptación de las distintas procedencias a través de estos cambios rápidos en la anatomía de la madera, indican que las fluctuaciones anuales de densidad frente a condiciones favorables del clima ocurren normalmente a finales de verano y principio de otoño, y son más comunes en procedencias situadas en regiones continentales de clima frío y seco. Sin embargo, la frecuencia de fluctuaciones en primavera, durante años favorables, es más común en poblaciones de origen húmedo como Francia, mientras que la disponibilidad hídrica y la temperatura media durante la estación de crecimiento son fundamentales en la respuesta de cada procedencia a los eventos extremos de sequía.

"Es fundamental entender la respuesta espacio-temporal del crecimiento de una especie ante los eventos extremos y el cambio climático, sobre todo en pino carrasco, una de las especies forestales más importantes en el Mediterráneo. Comprender el papel de las procedencias geográficas y genéticas en la adaptación y vulnerabilidad de los bosques frente a sequías extremas, o su capacidad de recuperación en años favorables, permitirá diseñar mejores estrategias de conservación, así como facilitar la mejora forestal y el desarrollo de medidas de gestión forestal sostenible adaptadas al cambio climático", ha explicado Hevia.

La importancia de este estudio radica en los análisis no solo de la serie anual de crecimiento, sino en la variación dentro de cada año de las nuevas estructuras que se producen durante el crecimiento del tronco, a partir de división celular en el cambium vascular -tejido vegetal-, y que están directamente relacionadas con la capacidad de adaptación o mal-adaptación de sus funciones hidráulicas, estructurales y nutricionales de la especie frente a los eventos extremos y los escenarios de cambio climático pronosticados.

"El nuevo conocimiento generado en este trabajo puede ser útil para la zonificación geográfica de la capacidad de adaptación de los bosques de pino carrasco, así como para la identificación de las procedencias actualmente mejor adaptadas a los escenarios previstos para el siglo XXI en otras regiones, pudiendo ser usada esta información en programas de selección de material forestal resistente para restauraciones forestales",ha afirmado el investigador y profesor del laboratorio DendrOlavide de la UPO Raúl Sánchez-Salguero.

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