SEVILLA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
Las familias de etnia gitana instaladas en estos momentos entre el puente de Juan Carlos I y el puente de hierro de San Juan de Aznalfarache (Sevilla), --exiliadas del Polígono Sur por temor a represalias por la muerte de un menor en un tiroteo--, advirtieron hoy de que su paciencia "se agota" tras más de tres meses de nomadismo en los que han sido expulsados del asentamiento creado en estos suelos, del Charco de la Pava, de la carretera que conduce a la base de helicópteros de El Copero y dos enclaves del citado municipio aljarafeño.
En declaraciones a Europa Press, una de las portavoces del grupo de familias chabolistas, Aurora, manifestó que hoy visitó la zona la Policía, aunque los agentes "no nos dijeron que nos fuéramos de aquí", y es que recordó que "ya no tenemos sitios donde acampar" y "en algún sitio nos tendremos que quedar". En esta situación de desesperación, Aurora añadió que "no nos dan un sitio definitivo para poder estar a gusto".
En este sentido, esta portavoz de las familias chabolistas, cuyas viviendas del Polígono Sur fueron precintadas por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio para esclarecer su régimen de ocupación, anunció que circulan "rumores" de que dos familias habían vuelto a Las Tres Mil Viviendas, aunque no sabe si es cierto. Lo que por otra parte entendería, pues "si se han visto agobiados, habrán cerrado los ojos y dicho que sea lo que Dios quiera".
Asimismo, y dada la situación en la que se encuentran, a Aurora le parece "bien" si volvieron a la barriada porque "las casas son nuestras" y "han tenido el atrevimiento" de no dejarles entrar a las mismas, en alusión al precinto decretado por la Consejería de Vivienda y Ordenación del Territorio y la negativa del clan rival a que estas personas retornen al Polígono Sur.
Aurora concluyó diciendo que "parece" que "están persiguiendo a delincuentes sin serlo", pues además, dijo, "hemos demostrado capacidad, lo que otros no hubieran demostrado", y "aquí estamos aguantando".
