Un perito confirma el peso y "pureza" de los 368 kilos de coca decomisados a un grupo con tres agentes implicados

Archivo - Paquetes de cocaína intervenidos en una imagen de archivo
Archivo - Paquetes de cocaína intervenidos en una imagen de archivo - Nono Rico - Archivo
Publicado: lunes, 19 febrero 2024 13:11

El juicio encara su fase final con las conclusiones este martes y el comienzo de los informes de las partes

SEVILLA, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -

La Sección Tercera de la Audiencia de Sevilla ha celebrado este lunes una nueva sesión del juicio promovido contra once personas, entre ellas dos agentes de la Policía Nacional, un guardia civil y un escolta privado del Ministerio de Interior; por un alijo de casi 368 kilos de cocaína intervenido en septiembre de 2022 en los bajos de un contenedor de fruta que había sido depositado por la organización en una nave de Carrión de los Céspedes.

En esta nueva sesión de la vista han comparecido diferentes testigos y peritos, figurando entre estos últimos un agente de la Policía Científica encargado de elaborar un informe sobre la droga decomisada en la citada operación, una vez depositada la misma bajo custodia en unas dependencias de la Policía Judicial.

Este especialista ha detallado cómo para evaluar las dimensiones del alijo intervenido, los 365 paquetes en los que se dividía el mismo fueron dispuestos en "hileras" y fue realizado un "muestreo" con 20 de los mismos, pesados y sometidos a extracciones de su contenido. Fruto de ese trabajo, y dado que todos los paquetes tenían "igual morfología y envoltorio", fue confeccionado el citado informe con las conclusiones de que los citados 365 paquetes contenían cocaína de una "pureza" media de más del 79 por ciento y un peso total de casi 368 kilogramos entre todos ellos.

También ha comparecido otro perito de la Policía Nacional encargado de elaborar un informe sobre los contenidos posiblemente incriminatorios detectados en el teléfono móvil de uno de los principales acusados, quien ha detallado los contenidos relacionados con el asunto localizados en las conversaciones de este hombre mediante las aplicaciones de mensajería instantánea WhatsApp y Signal.

En tales conversaciones, según ha detallado, figuraban aspectos como que tendría su móvil apagado precisamente los días de los hechos, que tenía previsto "un trabajo fuera de Sevilla", que esperaba "un ingreso de dinero" con el que superar una "crisis económica" que afrontaba o alusiones al grupo organizado vinculado a la operación de transporte de droga abortada por la Policía Nacional.

COMIENZNAS LAS CONCLUSIONES E INFORMES

El juicio continuará este martes con la comparecencia de los dos últimos peritos, tras lo cual comenzará la fase de conclusiones definitivas y, a continuación, los informes finales de cada una de las partes del procedimiento, que son la Fiscalía y las defensas de los once acusados.

En el escrito de acusación de la Fiscalía se precisa que el mencionado contenedor, cargado con piñas pero además con la citada cantidad de cocaína oculta en su fondo, fue recogido el 14 de septiembre de 2022 en el Puerto de Málaga por uno de los acusados, a los mandos de un camión marca Iveco, con el cual este contenedor fue transportado, recalando en una nave del polígono La Isla de Dos Hermanas, bajo la vigilancia de otros tres inculpados --dos de ellos policías nacionales y un escolta privado del Ministerio de Interior--, que circulaban en un Audi A6.

Al día siguiente, la organización habría enganchado el remolque con el mencionado contenedor a otro camión diferente, que habría partido conducido por otro más de los acusados, de nuevo bajo la vigilancia de tres de los mismos que viajaban en un turismo modelo Audi A6.

LA DESCARGA DE LA DROGA EN LA NAVE DE CARRIÓN

Este otro camión habría recalado en una nave del polígono Novopark de Carrión de los Céspedes alquilada por otro más de los acusados, quien "facilitó el inmueble para la descarga de la droga". En el interior de la nave, ya descargado el contenedor, otros cuatro de los acusados estaban dispuestos para la manipulación del mismo al objeto de extraer la droga, mientras el citado vehículo Audi A6 seguía realizando labores de vigilancia en el exterior, con tres de los encartados a bordo.

Fue en ese momento cuando un dispositivo policial se saldó con el arresto de los tres acusados que ejercían labores de vigilancia y los cuatro inculpados que se habían hecho cargo del contenedor con la droga, según el Ministerio Público.

El contenedor, según la Fiscalía, contenía 365 paquetes cuyo peso arrojó 367,8 kilogramos de cocaína de una pureza base del 79 por ciento, cuyo precio en el mercado ilícito habría oscilado entre los 14,45 millones de euros al por mayor y los 37,9 millones de euros al por menor.

EL ENCARGADO DE "COORDINAR" AL GRUPO

Figura en el escrito de acusación un último acusado responsable de la "coordinación" de parte de la operación y del reclutamiento de algunos de los encausados para la realización de la misma, así como la intervención de numerosas armas de fuego cortas.

La Fiscalía achaca a todos y cada uno de los acusados un presunto delito de contra la salud pública en su modalidad de sustancias que causan grave daño a la salud, con la circunstancia de notoria importancia; reclamando para cada uno de ellos ocho años de prisión y multa de 45 millones de euros, así como la destrucción de la droga y las armas que les fueron intervenidos.

Durante el juicio, un agente instructor de la operación policial destacaba el alto grado de "profesionalidad" demostrada por los miembros de la organización desmantelada, así como sus fuertes "medidas de seguridad", con los dos policías nacionales y el escolta en una intensa "actitud vigilante", hasta tal extremo que los agentes que seguían los movimientos del grupo se sintieron a su vez "vigilados" por estos tres inculpados.

Y especialmente, este agente narraba que cuando por sorpresa, al desplegar la operación de desarticulación del grupo criminal, fue descubierto que en el mismo figuraban supuestos "policías corruptos", en concreto dos policías nacionales y un guardia civil; tal extremo fue comunicado por protocolo a las correspondientes unidades policiales de Asuntos Internos.

Fue mediante dicha comunicación, según su relato, como los responsables de la operación supieron que las unidades de Asuntos Internos ya contaban con "información previa" sobre los citados dos policías nacionales y un guardia civil, de cuya relación y actuaciones ya sospechaban.

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