Varias decenas de trabajadores se concentran en Plaza Nueva y acusan al gobierno de ser "asesinos disfrazados de demócratas"
SEVILLA, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Más de 200 trabajadores pertenecientes a la empresa municipal de transportes de Sevilla (Tussam) se han dado hoy de baja médica tras la noticia del suicidio de José Luis Alonso, empleado de la empresa que fue uno de los acusados de destrozos en vehículos de Tussam con motivo de los actos vandálicos que se registraron en la huelga del sector en 2007.
En declaraciones a los periodistas, el presidente en funciones del Comité de Empresa, Antonio Núñez (ASC), señaló que el ánimo de los empleados para trabajar es "muy malo", dada la "responsabilidad que tenemos con muchos usuarios", y que ante la situación generalizada de "estrés y nerviosismo" muchos han solicitado la baja.
Por este mismo motivo, una cantidad cercana a esta cifra se concentró hoy en las puertas del Ayuntamiento, en Plaza Nueva, bajo una fuerte vigilancia policial y con consignas de apoyo a la familia del fallecido y de repulsa hacia el equipo de gobierno y la directiva de la empresa pública, pues consideran sus acciones como "detonante" de lo sucedido.
Los concentrados, en este sentido, repartieron un folleto informativo donde, con un tono muy duro, lamentan la muerte de este trabajador por "la represión fascista de los terroristas políticos y sindicales que han hecho de nuestro compañero rehén y muerto, al igual que Miguel Ángel Blanco".
Los trabajadores, según reza el escrito, muestran su "repulsa" contra "aquellos que utilizan tácticas mafiosas y represoras contra personas inocentes, como así se ha demostrado por el poder judicial". "No más asesinos disfrazados de demócratas; sólo nos sale del alma una palabra... !!!asesinos!!!", concluyen.
Varios fueron los cargos sindicales presentes en la concentración y que hablaron sobre lo sucedido. De esta forma, el propio Antonio Núñez criticó la "desfachatez" de que el Ayuntamiento "no se haya dignado a dar el pésame a la familia", lamentando asimismo el "despropósito" en el que se ha convertido la situación en la empresa, con un expediente laboral a los acusados que se tramita desde hace un año y medio.
Sobre la situación personal previa al fallecimiento de José Luis Alonso, el presidente del Comité de Empresa relató que hace dos semanas tuvo un episodio de enajenación que le hizo desplazar el vehículo de la empresa que conducía hasta un área de descanso cerca de Las Pajanosas (Guillena). "Durante tres horas y media estuvo ilocalizado, y cuando vio lo que había hecho se puso a llorar y llamó al 112 porque no se podía mover", dijo.
"Cuando llegó lo que hicieron fue llevarlo al servicio de prevención de Tussam, donde le hicieron orinar para ver si estaba drogado, y le dijeron que al día siguiente tenía que trabajar, cuando esa misma noche estuvo hospitalizado por su estado de estrés y nerviosismo", señaló.
QUERELLA CRIMINAL CONTRA GUTIÉRREZ Y ARIZAGA
Núñez, asimismo, lamentó que, pese a haber solicitado un paro de actividad de 10,30 a 10,45 horas, éste no se ha autorizado, y culpó de la situación de "crispación" al vicepresidente de Tussam, Guillermo Gutiérrez, para el que pidió su cese.
Por último, señaló que el sindicato ASC ha interpuesto una querella criminal contra Gutiérrez y el gerente de la empresa, Carlos Arizaga, "porque consideramos que esto es un homicidio causado por su culpa". En este sentido, el Comité de Empresa apunta a la existencia de manifestaciones "veladas" haciendo referencia a que los trabajadores acusados de vandalismo serían despedidos si había pacto ASC-CGT-SITT tras las recientes elecciones en el seno de la empresa.
Por su parte, el delegado de ASC, Francisco Catalán, criticó que "ni una sola vez" los acusados han recibido la presunción de inocencia, mientras que instó al gobierno a "pronunciarse sobre los siete compañeros" que están en la misma situación que el fallecido.
Por último, el secretario general de ASC, Isidro Fernández, incidió en la petición de "respeto" y recordó que los trabajadores "no hemos tenido ni una reivindicación desde que firmamos el convenio". "Saltarse la democracia y no respetar la justicia tiene un nombre", apostilló.
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