Sevilla.- Los arqueólogos atribuyen a un edificio visigodo los vestigios más antiguos del Jardín de los Ingleses

Actualizado: sábado, 7 junio 2008 13:43

SEVILLA, 7 Jun. (EUROPA PRESS) -

El equipo de arqueólogos encargado de las excavaciones acometidas durante 2007 en el Jardín Inglés del Real Alcázar de Sevilla, un conjunto histórico declarado Patrimonio de la Humanidad, ha identificado con el periodo visigodo los vestigios de una antigua estructura en cuyas inmediaciones fueron descubiertos también algunos restos de origen romano y de poca envergadura, desvelando que este sector de la primitiva población quedó despoblado entre los siglos VI y XI siendo además engullido por el cauce fluvial.

Según las conclusiones de esta intervención arqueológica que lideró Miguel Ángel Tabales entre el 13 de diciembre de 2006 y abril de 2007, incluidas en el volumen número nueve de los Apuntes Real Alcázar y recogidas por Europa Press, las aportaciones "más relevantes" de esta actuación motivada por el saneamiento de las redes de conducciones del vivero y los almacenes de jardinería, parten de los vestigios arquitectónicos de tres viviendas almohades que los expertos identifican como el desestructurado barrio extramuros al que el erudito Ibn Jaldún alude en sus crónicas a la hora de narrar sus vivencias en Sevilla.

Los restos almohades de esta zanja de 80 metros cuadrados ubicada al pie de la muralla de la calle San Fernando, de hecho, comprendieron desde los vestigios de estas tres antiguas viviendas hasta varias tinajas y jarras pasando por ornamentos de fuentes, la delimitación de una calle y los restos del sistema de canalización y saneamiento de agua.

Sin embargo, y dado que las crónicas de Ibn Jaldún ya revelaban la existencia de este gran barrio suburbial extramuros de la primitiva medina, cobra especial interés la estructura de origen visigodo y función "desconocida" hallada a una cota situada entre los 4,3 y los 5,4 metros de profundidad, donde también fueron rescatados de la tierra algunos vestigios romanos de pequeño volumen, aunque de esta edificación sólo se han localizado "tierra y cascotes batidos" datados en los siglos V o VI.

No obstante, no queda claro el papel de este edificio, pues aunque también se ha descubierto "cerámica y material de construcción" en su derredor, se desconoce su delimitación y morfología exacta, toda vez que unos 30 metros al sur se localizó antaño y bajo el suelo de la calle San Fernando una calzada romana altoimperial y la huella de un edificio porticado.

De cualquier manera, los arqueólogos creen seguro que el promontorio sobre el que se ubicarían estas construcciones fue abandonado por la actividad humana entre los siglos VI y XI después de Cristo, extremo vinculado al crecimiento de las aguas del río Guadalquivir debido a la "intensidad de la acción fluvial". Pese a los "intentos fallidos" de ocupar el sector durante los siglos posteriores al VI, no sería hasta el reinado de Al Mutamid cuando se recuperara finalmente la zona para el uso humano.