SEVILLA, 27 May. (EUROPA PRESS) -
Diversas instituciones españolas y europeas, como el Museo del Louvre o la Casa de Alba, se interesaron en el año 1999 en adquirir la obra atribuida a Velázquez 'Santa Rufina', que entonces subastó Christie's en Nueva York, resultando vendida a un particular por 8,1 millones de dólares.
En concreto, la Casa de Alba anunció que optaría de forma individual a la compra de la obra, según comentó entonces la duquesa de Alba, Cayetana Fitz-James Stuart, recordaron a Europa Press fuentes de la actual iniciativa en favor de la compra del lienzo.
La duquesa, que expresó su deseo de que esta obra se ubique permanentemente en Sevilla tras la subasta, admitió que había realizado una aportación económica a la suscripción popular abierta por la comisión 'Pro Santa Rufina a Sevilla', aunque no quiso revelar a cuanto ha ascendido pues, según dijo, prefería hacer este tipo de cosas de forma anónima.
En 1999, la entonces consejera de Cultura de la Junta de Andalucía --ahora ministra de Cultura--, Carmen Calvo, no descartaba participar en la compra del cuadro de Velázquez, al tiempo que acusaba a la alcaldesa Soledad Becerril, de colocarse "por encima del bien y del mal" al "largarse" de la puja por la obra, después de que la entonces primera edil renunciara a participar.
De hecho, la ex consejera tuvo varios enfrentamientos con el entonces Gobierno del PP a cuenta del 'Santa Rufina'. Así, Calvo acusó a la entonces ministra de Cultura, Esperanza Aguirre, de "no enterarse de que Andalucía y Sevilla están en el mapa de España", en referencia a la "falta de colaboración" mostrada por la Administración central para adquirir el cuadro.
Asimismo, elogiaba al entonces teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla, Alejandro Rojas Marcos, y al ex presidente de la Diputación Alfredo Sánchez Monteseirín --ahora alcalde--, que se mostraron dispuestos a ceder el uno por ciento del presupuesto del Mundial de Atletismo de 1999 a la compra del cuadro de Velázquez.
CALVO RESTABA IMPORTANCIA AL PRECIO
En cuanto al precio, --430 millones de pesetas fue el precio de salida entonces-- la ex consejera consideraba que "no es un problema de dinero, porque el dinero importa mucho pero también demostrar que somos capaces de realizar un esfuerzo colectivo y coordinado de todos".
También el grupo municipal socialista ha variado su posición con respecto a 1999, ya que mientras ahora es el delegado municipal de Cultura, Juan Carlos Marset (PSOE), quien ha propuesto organizar una cuestación popular para lograr la obra, en 1999 el portavoz de temas culturales del PSOE en el consistorio hispalense, Antonio Rodríguez Galindo, opinaba que "el procedimiento que lleva a cabo el Ayuntamiento de Sevilla (PP-PA), encabezado por el primer teniente de alcalde, Alejandro Rojas Marcos, para intentar traer a la capital de forma definitiva la obra "Santa Rufina" de Velázquez "dispararía el precio".
EL PSOE CRITICABA LA CUESTACIÓN
El concejal socialista criticó entonces el llamamiento municipal a los ciudadanos para que hagan aportaciones económicas a partir de 1.000 pesetas --seis euros-- en las cuentas abiertas en las principales entidades bancarias a nombre de la comisión 'Pro Santa Rufina a Sevilla', ya que "recuperar el cuadro compete a todos, pero fundamentalmente a las instituciones".
Finalmente, el Ministerio de Cultura participó en la subasta, aunque no adquirió la obra. La ex consejera Carmen Calvo manifestó entonces sus "dudas" de que "realmente" el Ministerio de Educación y Cultura "haya puesto toda la carne en el asador" para adquirir la obra "Santa Rufina". En su opinión, el Gobierno había ido a la subasta "forzado por Andalucía" porque "con los 600 millones de pesetas a los que se ha plantado, los 500 que estaban dispuestos a poner los empresarios andaluces, las aportaciones de la Junta de Andalucía, el Ayuntamiento y la Diputación Provincial y lo recaudado por la 'Comisión Santa Rufina a Sevilla' el cuadro hubiera venido a la capital hispalense".
CALVO YA HA COMPRADO UN VELÁZQUEZ
La ministra de Cultura, Carmen Calvo, justificó esta semana su negativa a pujar por el 'Santa Rufina' argumentando que "a todo no se puede ir, y un político honesto tiene que elegir" y ella ha elegido "proteger el patrimonio histórico de la ciudad y sacar adelante sus infraestructuras culturales".
Además, indicó que "no hay dinero para todo" e indicó que "he tenido mis prioridades, porque no puedo estar en todo, comprarlo todo ni resolverlo todo". "Ya quisiera yo tener recursos, pero lo cierto es que soy la ministra que he comprado un Velázquez para Sevilla --'Cabeza de apóstol'-- y ha sacado adelante la ampliación del Bellas Artes".