* Un centenar de simpatizantes protagoniza una marcha desde la Macarena hasta Plaza Nueva, en la que se registraron incidentes
* La representación legal del centro remitirá una queja al Juez Decano por no habérseles permitido estar en el desalojo
SEVILLA, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -
Efectivos del Cuerpo de Bomberos de Sevilla, en colaboración con agentes del Grupo de Operaciones Especiales (GOES) de la Policía Nacional trabajan desde las 11.15 horas de hoy en el rescate de los dos últimos ocupas que hasta ahora resisten en el interior del Centro Social Ocupado y Autogestionado (CSOA) 'Casas Viejas', ubicado en la barriada del Pumarejo, y que permanecen encadenados en una galería subterránea excavada por ellos mismos a cuatro metros bajo tierra.
Fue en torno a las 8.00 horas cuando un dispositivo de la Policía Nacional compuesto por unos 60 agentes, que se distribuyeron por el entorno del centro --delimitado por las calles Macarena, Aniceto Sáenz y Antonia Sáenz-- en dobles cordones policiales que impedían el tránsito de la gente y del tráfico rodado, entraron en el centro, donde encontraron a un total de seis personas, cuatro de ellas encadenadas en la planta baja y dos de ellas en una galería subterránea, para hacer cumplir la orden judicial de desalojo.
Dado que la situación de estos dos ocupas es delicada --dependen para el suministro de aire de un sistema de tubos de ventilación dependiente del sistema eléctrico, que según fuentes cercanas a 'Casas Viejas' fue cortado momentáneamente durante la operación, hecho que la Policía Nacional niega--, los primeros simpatizantes del movimiento --una decena de ellos a las 9.30 horas, más de 30 a las 10.00 horas, casi un centenar a las 11.00-- entregaron a los cuerpos de seguridad una serie de instrucciones como protocolo de actuación.
En éste, se describe la situación de estas personas, que se encuentran en un túnel horizontal que parte de la galería vertical excavada a cuatro metros de profundidad, donde también existe una puerta metálica. "No pueden moverse ni pueden desatarse a sí mismas, pues una vez que comience el desalojo estas personas no tienen las llaves de sus candados", reza el 'manual', que agrega que, ante la dificultad de desalojo, se exige la presencia de operarios especializados del Cuerpo de Bomberos, "evitándose la temeridad y las prisas propias del Cuerpo Nacional de Policía".
NI LOS OCUPAS SABÍAN CÓMO SERÍA EXACTAMENTE EL ENCADENAMIENTO.
De hecho, según informaron a Europa Press fuentes cercanas al CSOA, la acción exacta era secreta hasta para la mayoría de los propios integrantes del centro social, limitándose el conocimiento íntegro de la medida a algunos ocupas. En el operativo, asimismo, fueron desalojados de naves colindantes media docena de indigentes y 'sin techo', ajenos al movimiento social de 'Casas Viejas'.
Mientras la Policía identificaba y posteriormente retenía en el patio de 'Casa Viejas' a tres de los ocupas cuyas cadenas fueron cortadas con cizallas, pues el cuarto fue identificado y puesto en libertad --en todo momento la resistencia de los residentes fue pasiva, limitándose al bloqueo de las entradas con colchones y enseres y a su propio encadenamiento--, los simpatizantes del CSOA comenzaron a llegar en masa, concentrándose en dos puntos: el número 38 de la calle Macarena y el cruce de Patricio Sáenz con Aniceto Sáenz.
Pancartas improvisadas en folios con consignas que también coreaban a voz en grito ('Menos pistolas y más educación', 'Resiste, Casas Viejas', 'Se van a encerrar en la Catedral', 'Os van a enterrar en la Macarena', 'Me siento más seguro sin Policía') se veían acompañados por un estruendo producido por todo tipo de objetos metálicos, tales como cacerolas, palanganas, llaves, cucharones, tapas de olla o instrumentos de percusión.
"ESTO ANTES ERA UN NIDO DE RATAS".
Uno de los portavoces de 'Casas Viejas', José García, defendía en esos momentos la labor social del CSOA, señalando que aquello era "un nido de ratas" y que desde hace cinco años --periodo de ocupación-- "es la envidia del movimiento social, un centro lleno de vida". Criticó a las administraciones, "mientras que proponemos una forma de ocio gestionada por los jóvenes". Tildó, por último, el desalojo de "legal, pero injusto", y señaló que "hoy es un día agridulce, porque vemos como nos echan de un centro que volverá a ser un solar, pero esto no termina aquí, seguimos con iniciativas para ocupar otros espacios".
Los vecinos, por su parte, comenzaron a comentar el sucesos. En testimonios recogidos por Europa Press, una de las ocupas de las naves colindantes decía que "yo me levanto todas las mañanas para trabajar, no soy borracha ni drogadicta, y me gustaría saber dónde está ahora el Defensor del Pueblo". Por contra, una encargada de un negocio de hostelería cercano señalaba que "tengo 50 años, y llevo 20 pagando una hipoteca; si quieren una vivienda, que la paguen como los demás".
En torno a las 11.15 horas, los ocupas, que ya en ese momento superaban de largo el centenar, procedieron a iniciar una marcha que les llevaría hasta Plaza Nueva, donde acordaron una nueva medida de protesta en la Alameda de Hércules a partir de las 17.00 horas. Previamente, los manifestantes llevaron a cabo hasta cuatro cortes de tráfico en las inmediaciones de la muralla de la Macarena --en los cruces Resolana-Don Fadrique, San Juan de Ribera-Muñoz León y frente al Instituto Nacional de la Seguridad Social, en la calle Sánchez Perrier--, colapsando el tráfico de avenida Doctor Fedriani, Resolana y Ronda de Capuchinos durante varios minutos.
Los incidentes se produjeron, primero, frente a la sede del BBVA de la calle Resolana, donde un fuerte dispositivo policial custodiaba la manifestación. Tras unos conatos de agresión y varios empujones, los ánimos se calmaron. Sin embargo, en el cruce de Feria con Peris Mencheta y con Correduría las cargas se recrudecieron; según los ocupas, una chica ha sido herida con una brecha en la cabeza tras recibir un "duro golpe" por parte de un policía. La manifestante se encuentra en estos momentos en el hospital, asistida por un abogado, para efectuar la correspondiente denuncia.
Precisamente, la representación legal de los ocupas, llevada a cabo por los letrados Luis de los Santos, María del Mar Valiente y Enrique Irazueta, expresó su intención de remitir una queja al Juez Decano de Sevilla por el hecho de que la Policía Nacional no les ha dejado estar presentes en el momento del desalojo, medida aprobada judicialmente, ni se les explica la situación exacta de los ocupas encadenados.
