SEVILLA 28 Jun. (EUROPA PRESS) -
El primer teniente de alcalde del Ayuntamiento hispalense y portavoz de IU-CA, Antonio Rodrigo Torrijos, visita mañana el poblado chabolista instalado entre el puente de la Juan Carlos I y el puente que conecta San Juan de Aznalfarache con Sevilla. El asentamiento fue creado por familias del Polígono Sur exiliadas tras el tiroteo en el que murió un menor de 17 años víctima de una bala perdida y el Ministerio de Economía y Hacienda, titular de los suelos, ha ordenado su desalojo.
Fuentes municipales informaron a Europa Press de que la visita de Rodrigo Torrijos se materializará mañana, justo en un momento en el que las más de 300 personas que habitan este campamento buscan una salida a la situación surgida a cuenta de la creación del poblado chabolista, porque su fundación responde al exilio de 41 familias del Polígono Sur, a donde no pueden retornar ante una posible "matanza" por parte del clan al que pertenecía el menor fallecido. El Ministerio de Economía y Hacienda, de su lado, ha ordenado el desalojo del asentamiento al tratarse de una finca de su propiedad.
De hecho, el pasado viernes la Policía Nacional protagonizó un despliegue en el asentamiento para entregar las notificaciones de desalojo, si bien una de las portavoces del colectivo de chabolistas, Aurora, dijo a Europa Press que posiblemente estas familias no cumplan la orden porque más allá de este poblado instalado a orillas del río Guadalquivir, "a dónde podemos ir". "Creo que no estamos dispuestos a marcharnos, porque no hay a donde ir. Tienen que darnos una solución", dijo esta mujer.
Al respecto, recordó que el pacto cerrado con el resto de familias del Polígono Sur tras el segundo intento de recuperación de las 41 viviendas de titularidad autonómica que habitaban en la zona contemplaba su permanencia en el poblado chabolista "hasta septiembre", un periodo en el que los clanes esperaban alcanzar alguna solución.
UNA BALA PERDIDA
Varias familias arraigadas en el entorno del barrio marginal de las Tres Mil Viviendas huyeron de la zona por temor a "represalias" como consecuencia del tiroteo que el pasado 29 de marzo se saldó con la muerte de un menor de etnia gitana de 17 años en la calle José Sebastián Bandarán, donde una bala perdida alcanzó en la cabeza al menor mientras presenciaba el intercambio de disparos desde un todoterreno manejado por su propio padre.
Estas familias abandonaron el Polígono Sur prácticamente al día siguiente de que se produjera este tiroteo entre clanes de etnia gitana, si bien la muerte del menor no aconteció hasta días más tarde en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Virgen del Rocío a consecuencia de las lesiones craneoencefálicas derivadas del impacto de bala. Se da la circunstancia de que uno de los clanes que habría participado en el tiroteo, actualmente investigado por el Grupo de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía, está formado por algunas de las personas que aterrizaron en el Polígono Sur tras el desmantelamiento del asentamiento chabolista de Los Bermejales.