SEVILLA, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los trabajadores andaluces de Marsans expresaron su temor por que puedan existir un mayor número de afectados por el expediente de regulación de empleo de esta empresa que los previstos inicialmente, toda vez que la directiva de Marsans transmitió ayer a los trabajadores su intención de proponer un ERE que afectará a unos 1.300 trabajadores, lo que representaría cerca del 65 por ciento de los 2.079 empleados que conforman actualmente la plantilla del grupo.
Inicialmente se estimó que unos 40 trabajadores andaluces de las agencias de viajes Marsans se pueden ver afectados por el ERE, una cifra que, según fuentes de UGT, puede verse incrementada.
Fuentes de UGT indicaron a Europa Press que la plantilla en Andalucía está sumida en la "tristeza y desolación", toda vez que "se constata que la dirección de Marsans no tiene planes de viabilidad ni pretensiones de reflotar la empresa, sino más bien lo contrario, se quieren cargar y dinamitar la empresa".
"Son lo contrario de 'Posibilitum Business', son chatarreros de los negocios, que quieren sacar todo lo que puedan y con la menor indemnización posible a las plantillas", se lamentaron las fuentes, que precisaron que el número final de trabajadores afectados vendrá cuando se defina el plan de ajuste, aunque parece que los números son mayores de los que se barajaban inicialmente".
Ya fuentes de UGT-A explicaron que esa situación actual de "incertidumbre" está dando lugar a una "desbandada" de trabajadores, de forma que en Huelva, Málaga o Córdoba se están presentando denuncias y demandas de reclamación de cantidad de trabajadores que exigen su finiquito para marcharse de la empresa.
En ese sentido, indicaron que "las nóminas y las mensualidades están al día y abonadas pero los trabajadores que se quieren marchar están pidiendo la cuenta para marcharse y exigen en dichas demandas que se les pague el finiquito, entre 800, 600 ó 1.200 euros".
"Se está generando una decepción importante entre la plantilla, que ve que será difícil reflotar la empresa con la actual situación y muchos pedirán la cuenta y tratarán de irse", agregaron fuentes de UGT, que lamentaron que esta operación de venta "es un lavado de cara de Díaz Ferrán y Gonzalo Pascual".
