UPO.- Los efectos beneficiosos del vino se vuelven perjudiciales al sobrepasar la cantidad recomendada, según experto

Europa Press Andalucía
Actualizado: martes, 2 septiembre 2008 17:06

CARMONA (SEVILLA), 2 (EUROPA PRESS)

El director del Departamento de Bromatología y Tecnología de los Alimentos de la Universidad de Córdoba, Rafael Moreno Rojas, aseguró hoy en Carmona (Sevilla), durante el curso de verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) sobre 'Gastronomía, Turismo y Salud', que los efectos beneficiosos del consumo de vino en adultos pasan a ser perjudiciales si se sobrepasa la cantidad recomendada de una o dos copas diarias porque no "deja de ser una bebida alcohólica".

En el transcurso de la ponencia 'Vino y salud', incluida en el programa del curso sobre 'Gastronomía, Turismo y Salud', Rafael Moreno explicó que los numerosos estudios científicos que se vienen realizando desde 1990 revelan que las personas que consumen cantidades moderadas de vino presentan una incidencia de enfermedades cardiovasculares inferiores. En concreto, los resultados sugieren una disminución de un 30 a un 40 por ciento en el riesgo de sufrir enfermedades coronarias.

Asimismo, como enumeró Rafael Moreno, el consumo moderado de vino también va asociado a una menor casuística de úlceras estomacales, menor incidencia de demencia senil, inferior efecto en los casos de osteoporosis y propiedades anticancerígenas.

Por ello, como señaló el experto tras la Declaración de Barcelona sobre la Dieta Mediterránea firmada por la OMS y la FAO durante el 1er Congreso Internacional de Barcelona sobre la Dieta Mediterránea en 1993, el vino es considerado un elemento más dentro de la alimentación mediterránea y se incluye en las tradicionales pirámides o ruedas de la alimentación.

No en vano, recordó que pese a todos los beneficios del vino éste no deja de contener alcohol, de ahí "la importancia en no excederse en su consumo". En este sentido, el experto indicó que el abuso de alcohol tiene efectos dañinos sobre el sistema cardiovascular, el peso corporal, el embarazo, el sistema nervioso central, enfermedades hepáticas o determinados cáncer.

En palabras de Moreno, la ingesta de alcohol por encima de las necesidades energéticas se acumulan en forma de lípidos y su consumo tiene una alta correlación con ciertos tipos de cáncer como el de boca, faringe, laringe, esófago, estómago, colón o recto. Además, el exceso de alcohol aumenta los riesgos de sufrir un ictus causado por hemorragia cerebral y aumenta la presión arterial, concluyó el experto.

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