SEVILLA 7 Mar. (EUROPA PRESS) -
Ante el dispositivo desplegado por la Policía Local de Sevilla y otros servicios municipales en el tradicional mercadillo de antigüedades y objetos singulares que se celebra cada jueves en la céntrica calle Feria, el colectivo de vendedores arraigado en dicho enclave ha tachado de "abusivas" las medidas promovidas por el Gobierno local y ha alertado de que no resulta viable la "reducción" de espacio planteada por el Consistorio para reordenar el mercadillo ante la deriva del mismo.
Así lo ha manifestado a Europa Press Francisco García, uno de estos vendedores, exponiendo que él instala su puesto de venta "desde hace 50 años" en la calle Feria los jueves de cada semana, y resulta "un abuso" que fruto de la "mala gestión" del convenio de 2010 que admitía un total de 124 puestos en este mercadillo con un horario y una delimitación determinada, haya sido lanzado "un ejército" de policías contra los comerciantes.
Como refleja la hemeroteca, allá por 2010, el Ayuntamiento de Sevilla y la asociación de comerciantes del mercadillo popular de El Jueves, cuyos orígenes se remontan al siglo XIII, firmaban dicho convenio de colaboración para que este mercado de antigüedades y objetos de segunda mano incorporase la identificación y delimitación de sus puestos de venta, regidos además por un horario determinado.
El convenio en cuestión regulaba la instalación de los 124 puestos de venta autorizados en 2001 por lo que a sus dimensiones, localización y "correcta identificación" se refiere, dado que ambas partes señalaban entonces que el "intrusismo" es uno de los principales problemas que afronta este mercadillo popular.
Además, las partes acordaban un horario concreto para la celebración del mercadillo, concretamente entre las 07,00 horas y las 15,00 horas de cada jueves del año, a excepción del Jueves Santo, mientras los comerciantes se comprometían a recoger debidamente los puestos de venta del mercado.
En ese sentido, fuentes municipales han indicado a Europa Press que desde entonces, este mercadillo popular se ha expandido por diversas calles más allá de la calle Feria, incorporando algunos puestos de venta productos ajenos a las antigüedades y artículos singulares. Tal extremo, según el Consistorio, estaba suscitando incidencias en materia de accesibilidad, limpieza y convivencia, extremo por el cual en los últimos tiempos se propuso una "reordenación" del mercadillo para atajar tales problemas.
LA ÚLTIMA PROPUESTA
Según el Ayuntamiento, en la última reunión con la asociación de comerciantes del mercadillo popular de El Jueves se trasladó a los vendedores que para "garantizar" la accesibilidad, las vías de salida ante cualquier incidencia de seguridad y la convivencia, el mercadillo debía acotarse a la propia calle Feria y la plaza de Montesión, con sólo los 124 puestos reconocidos en 2010, extremo que comenzaría a ser aplicado desde marzo.
En ese sentido, y tras dicha intervención policial, saldada con la retirada de los puestos de venta no autorizados o instalados más allá de la delimitación estipulada, Francisco García ha manifestado que no resulta "viable" reducir el espacio con el que contaba este mercadillo, porque entre las antigüedades en venta figuran "cómodas, sillas, arcas y otros muebles" y con "dos metros" cuadrados por puesto, por ejemplo, no es suficiente. "Han reducido el espacio a la mitad", ha aseverado.
García ha reconocido que junto con los puestos tradicionales media la actividad de personas a las que ha atribuido nacionalidades extranjeras y que acuden a la calle Feria y su entorno a vender "ropa, calzado" o enseres "recogidos de la basura", extremo que no ha compartido. "Eso que lo quiten", ha dicho, aclarando eso sí que con este despliegue policial "pagan justos por pecadores".
"Con tan poco espacio no tenemos nada que hacer", ha criticado, insistiendo en que la actuación policial ha sido "horrorosa" y que la deriva del mercadillo es fruto de la "mala gestión" de los términos acordados en el pasado. En cualquier caso, ha expuesto que este viernes a las 19,00 horas se celebrará una reunión en el centro cívico de la Casa de las Sirenas, para abordar cómo solucionar el asunto.