Publicado 24/08/2022 12:12

Expertos en microbiología valoran la "buena" coordinación en la seguridad alimentaria de Andalucía

El doctor en Veterinaria por la Universidad de Córdoba (UCO) y director de la Unidad de Gestión de Protección de la Salud del Distrito Sanitario de Jaén, Jaime Gata, y la doctora experta en microbiología María José Grande.
El doctor en Veterinaria por la Universidad de Córdoba (UCO) y director de la Unidad de Gestión de Protección de la Salud del Distrito Sanitario de Jaén, Jaime Gata, y la doctora experta en microbiología María José Grande. - EUROPA PRESS

BAEZA (JAÉN), 24 (EUROPA PRESS)

El doctor en Veterinaria por la Universidad de Córdoba (UCO) y director de la Unidad de Gestión de Protección de la Salud del Distrito Sanitario de Jaén, Jaime Gata, y la doctora experta en microbiología María José Grande, han destacado la "buena" coordinación entre la parte académica y la administración para la seguridad alimentaria en Andalucía, algo "fundamental" que tuvo reflejo en la rápida investigación y resolución del brote de la listeriosis de 2019.

En una entrevista a Europa Press, Grande ha afirmado que "Andalucía es un referente a nivel mundial por el nivel de investigadores en seguridad alimentaria" y Gata ha puesto en valor "la rápida resolución del brote de la listeriosis". Ambos están impartido, hasta este jueves, un curso sobre seguridad alimentaria en la Universidad Internacional de Andalucía (UNIA), en Baeza (Jaén).

Así, el veterinario ha explicado que a pesar de que "este brote sucedió por esta época, donde la administración reduce su actividad por vacaciones, el tiempo de respuesta fue muy rápido". Gata ha destacado que "ese brote de listeriosis fue el más grande que ha tenido España y está entre los diez primeros de Europa en cuanto a número de casos". Ha catalogado a la investigación como "modélica", ya que "se encontró el vínculo entre los humanos y el alimento que soportaba la bacteria", algo que "no es tan fácil".

Asimismo, Gata, que está dirigiendo el curso, ha destacado que partió de "la necesidad de volver a retomar los programas que se tenían de control de seguridad alimentaria", ya que "quedaron en segundo plano por la pandemia". Así, el curso se ha centrado en tres temas, como la parte de investigación de los brotes, las alertas --avisos tempranos antes de que aparezca una enfermedad-- y el fraude alimentario, fenómeno que "muchas veces tiene una repercusión directa con la salud de los ciudadanos".

Por su parte, Grande, que ha impartido una ponencia de introducción de los microorganismos patógenos que están presente en los alimentos, ha incidido en que la mayor parte del alumnado es de formación veterinaria. "Se enfrentan a saber gestionar un brote alimentario y tienen que conocer qué tipo de microorganismos están presentes en ese alimento", así "su identificación en un breve periodo es fundamental para reaccionar frente a un brote", según ha explicado.

El director del curso también ha insistido en "el impacto tan importante que tiene el sector agroalimentario en el PIB andaluz", pues "recibimos muchos turistas y los sistemas de vigilancia y alerta apenas detectas casos por encima de lo que llamamos 'casos esperados'".

"CUATRO DE CADA DIEZ BROTES SON DOMÉSTICOS"

La experta en microbiología ha alertado de los riesgos de la alimentación en el ámbito doméstico, ya que "los hábitos que tenemos en nuestra casa deben ser de una seguridad extrema para no contaminarlos". Así, Gata ha detallado que "cuatro de cada diez brotes son domésticos, debido a los malos hábitos". Ha explicado que "el mejor consejo es mantener la vida --durabilidad y condiciones de conservación-- que marca el fabricante".

"Tenemos que evitar situaciones de riesgo, como dejar los alimentos a medio hacer", especialmente "una carne, un pescado o una tortilla poco cuajada". También ha señalado "la importancia" de no demorar mucho el consumo, pues "un alimento no se puede quedar a temperatura ambiente y mucho menos con las temperaturas que venimos padeciendo este verano".

Aspecto en el que ha incidido Grande, "hay que tener muchísimo cuidado con las temperaturas de conservación, no podemos mantener un alimento a temperatura ambiente una vez cocinado y esperar hasta tres cuatro horas para meterlo en refrigeración". También en la descongelación, donde ha pedido que "siempre sea rápida" para "evitar las temperaturas intermedias", momento en el que "crecen numerosos microorganismos que pueden deteriorar el alimento, aparte de producir toxinas que luego van a ser ingeridas".

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