ZARAGOZA, 17 Abr. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, ha estado presente en el acto del Enclavamiento de Cristo de La Expiración de la cofradía de Las Siete Palabras, en el interior de la iglesia de San Cayetano; y posteriormente ha acudido a la procesión del Encuentro, que ha tenido como escenario la plaza del Pilar.
El Cristo de La Expiración de la cofradía de Las Siete Palabras es una imagen cristífera considerada una joya artística de la Semana Santa de España por su calidad. Fue realizada por uno de los imagineros más relevantes del país, profesor universitario y experto en la Sábana Santa, Juan Manuel Miñarro.
Refleja el momento antes de morir. Está todo el año expuesto en una capilla de la basílica de El Pilar. En la noche del Miércoles Santo ha salido del templo a hombros de varios hermanos con música de capilla de Los Ministriles a San Cayetano para enclavarlo al paso con el que procesiona en la mañana del Viernes Santo.
PROCESIÓN DEL ENCUENTRO
Posteriormente, la alcaldesa ha estado presente en la procesión del Encuentro entre la Hermandad de San Joaquín y de la Virgen de los Dolores con la Cofradía de Jesús del Calvario, que se remonta al siglo XVIII cuando la organizaba en la Venerable Orden Tercera.
Ha tenido varios escenarios, uno de ellos la plaza San Pedro Nolasco, si bien desde hace años se realiza en la plaza del Pilar. Se representa el momento en el que en las Sagradas Escrituras se habla del encuentro entre Cristo y su madre en el camino al Calvario.
75 ANIVERSARIO
Anteriormente, la alcaldesa ha participado en la salida de la procesión extraordinaria de la Cofradía de la Coronación de Espinas en su 75 aniversario.
Ha sido una procesión muy diferente a la habitual, caracterizándose por el silencio. De la iglesia de San Cayetano han salido 69 hermanos de la Coronación de Espinas con hábito en alusión a los 69 fundadores.
No ha salido la Cruz in Memoriam, sino que el adorno del paso titular han sido 300 rosas rojas por los hermanos difuntos, una de ellas blancas por un niño fallecido.
La historia de esta cofradía está ligada a la Sociedad Protectora de Jóvenes Obreros y Comerciantes, miembros del Patronato Obrero Católico de Fuenclara.
Se caracteriza por su recogimiento y por momentos únicos como el rezo por los hermanos difuntos antes de la salida de su procesión titular o el emotivo encuentro entre el paso y la peana en la puerta de la Real Capilla de Santa Isabel de Portugal, acompañado por el canto de una jota.
El Domingo de Resurrección todas las flores que los pasos han portado durante la Semana Santa se llevan al cementerio para poder así repartirse, dejándose muchas de ellas en la fosa común del cementerio de Torrero.