1018346.1.260.149.20251015203947
Acto de la DPZ por el Día Internacional de la Mujer Rural. - EUROPA PRESS
ZARAGOZA 15 Oct. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes, Pilar Alegría, ha reivindicado sus orígenes como "hija de La Zaida" --la pequeña localidad zaragozana en la que se crió-- en el Día Internacional de la Mujer Rural y la impronta que han dejado en ella las generaciones que la precedieron: "mis grandes referentes siempre han sido ellas".
En un acto organizado por la Diputación Provincial de Zaragoza (DPZ) con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, que se celebra cada 15 de octubre, la también portavoz del Gobierno ha recordado a su madre y a su abuela, mujeres "que no tuvieron la oportunidad de estudiar porque tenían que trabajar en el campo con su familia".
"Desde el primer momento, seguramente sin verbalizarlo o sin denominarlo feminismo, supe y entendí lo que significaba luchar y trabajar para que tus hijos y tus hijas tuvieran esas oportunidades y pudieran disfrutar de esos derechos que seguramente las generaciones que nos han precedido no lo pudieron hacer. Esa visión y esa forma de mirar con ambición el presente y el futuro, con la necesidad de quererlo mejorar para las generaciones que vienen, a mí desde luego me lo han impregnado desde mi casa y en mi pueblo", ha expresado.
Alegría ha sido una de las ponentes del acto, junto a la maestra rural del Colegio Ramón y Cajal de Alpartir (Zaragoza) Carolina Cajal; la portavoz de la plataforma Ruralmineras y directora del Colegio de Educación Especial Gloria Fuertes de Andorra (Teruel), Lola Oriol; la joven 'influencer' Carla Rivas, que difunde en redes sociales su vuelta a su pueblo de origen; y la presidenta de Fademur Aragón, Carolina Llaquet.
ESCUELA RURAL
En el acto, tanto la ministra como el resto de participantes en el coloquio se han centrado especialmente en la situación de la escuela rural y en el acceso de las mujeres de los pueblos a la educación superior. "Cuando se cierra una escuela, ese pueblo muere", ha recalcado.
"Yo pude estudiar una carrera universitaria porque tuve una beca", ha remarcado Alegría, quien ha asegurado que una de las cosas de las que se siente más "orgullosa" en los cuatro años que lleva en el Ejecutivo es de aumentar el presupuesto de becas en más de mil millones de euros --un 80%--.
Así, ha destacado que, antes, los jóvenes que debían desplazarse desde el territorio hasta Zaragoza recibían 1.500 euros y ahora perciben 2.700. "Si realmente creemos en la igualdad de oportunidades, hay que ejecutarlo y llevarlo a efecto", ha reiterado.
Ha señalado que hay tres factores que hacen atractiva la escuela rural para los docentes: que es "verdaderamente inclusiva", "mucho más personalizada e individualizada" y con una relación "mucho más próxima con toda la comunidad educativa", que termina abarcando a todo el pueblo.
A ello ha sumado los complementos específicos que pueden contemplar las diferentes Comunidades Autónomas para fomentar que los maestros elijan plazas en la escuela rural. Alegría ha lamentado que Aragón tiene los más bajos de toda España, por lo que "ahí hay un trabajo por hacer".
HOMENAJE A MADRES Y ABUELAS
El acto, amenizado por la cantautora aragonesa Ester Vallejo y moderado por la periodista Ana García Cortés, ha comenzado con la intervención de la diputada delegada de Igualdad de la DPZ, Manuela Berges, quien ha insistido en el papel de las mujeres en el medio rural: "Si la mujer abandona los municipios, los municipios mueren".
Ha comenzado rindiendo homenaje "a nuestras abuelas y nuestras madres", que fueron "verdaderas heroínas" manteniendo a su familias en los pueblos en condiciones "duras", y ha continuado destacando la apuesta de la DPZ por las mujeres en el medio rural, que sufren "una doble discriminación".
Berges ha aprovechado también para expresar su temor ante "determinados discursos reaccionarios", como la eliminación de los Puntos Violeta o el debate en torno al aborto, que "teníamos ya olvidado y desterrado".
RESTO DE PONENTES
En cuanto a las ponentes, la profesora del colegio de Alpartir Carolina Cajal ha hablado del modelo de éxito implantado hace 15 años en este pueblo, en el que han aprovechado las oportunidades que generan las aulas multinivel para una educación más individualizada, la cercanía del entorno --las clases de ciencia se dan en el río o en el monte-- o la participación de las familias y del conjunto de la comunidad educativa. Todo ello redunda en la mejora de la calidad educativa en un pueblo de 600 habitantes, que cuenta con 40 alumnos en su escuela, la mitad migrantes y más del 60% en riesgo de exclusión social.
Ha citado como uno de los principales problemas el cambio en el profesorado, entre el 60 y el 70% cada año, que dificulta la continuidad de los proyectos.
Por su parte, Carla Rivas ha relatado cómo, tras pasar de Los Monegros a Huesca, y de ahí a Alcalá de Henares y Madrid, luego hizo el camino inverso y ahora intenta contar su experiencia en redes sociales.
"Yo puedo ser como yo soy en mi pueblo", ha recalcado, animando a romper el estereotipo de la mujer rural y a desarrollar el proyecto vital en un pueblo. En la escuela, ha destacado como la principal diferencia con las ciudades, que no hay diferencias de clase ni de etnias, "solo de nombres propios".
La directora del Colegio de Educación Especial Gloria Fuertes de Andorra y portavoz de la plataforma Ruralmineras ha incidido en la importancia de los servicios públicos para fijar población y en que "no queremos que venga todo el mundo; queremos los mismos derechos que la gente de las ciudades".
"Hay que ser valientes en las políticas públicas", ha defendido Lola Oriol, porque "cuesta que la gente quiera asentarse en los territorios". En este sentido, ha advertido del riesgo que suponen las comisiones de servicios o los concursillos, con los que los profesores que tienen la plaza en el medio rural acaban marchándose a las ciudades.
Se ha referido también a la inmigración, recordando que, en el caso de la provincia de Teruel, sin personas de otros países "no tendríamos escuelas abiertas, no tendríamos centros de salud abiertos y no tendríamos los bares y la hostelería abierta", y ha lanzado una reflexión: "lo último que se debe cerrar en un pueblo es el bar", en tanto en cuanto es el principal sitio donde la gente se encuentra.
"Las mujeres nos hemos formado y queremos volver", ha apuntado la presidenta de Fademur Aragón, quien ha dicho que, ante la dificultad de conseguir trabajos por cuenta ajena, se han generado muchos proyectos de emprendimiento más allá de la agricultura o la ganadería.
Sobre la educación, ha apostado por la especificidad de la escuela rural en lugar de replicar el modelo urbano. Es más, ha abogado por introducir formación específica sobre la escuela rural en las universidades, ya que favorecería la creación de plantillas estables.
Por último, ha rechazado los estereotipos y ha remarcado: "No somos una especie en extinción, hay maestras, agricultoras, ganaderas, mujeres que se dedican a las redes sociales, tenemos hasta una ministra".