ZARAGOZA, 16 Mar. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Zaragoza, monseñor Vicente Jiménez, ha apelado a la responsabilidad ciudadana y ha solicitado "no caer en el virus del miedo", durante la homilía que ha pronunciado en la primera misa sin fieles que ha celebrado en la Basílica del Pilar de la capital aragonesa, cerrada a causa de la pandemia del coronavirus COVID-19.
La celebración ha tenido lugar este domingo, 15 de marzo, a las 19.00 horas, y se ha podido seguir por el canal de Youtube del arzobispado 'https://www.youtube.com/user/archizaragoza'. Más de 10.000 personas han estado conectadas en algún momento a la retransmisión.
El arzobispo de Zaragoza ha señalado que, como ciudadanos, "debemos asumir y cumplir con fidelidad las medidas y recomendaciones de las autoridades civiles para frenar esta pandemia y evitar los riesgos de contagios".
Ha añadido que, como cristianos, "queremos vivir esta situación grave con toda responsabilidad ciudadana, con solidaridad fraterna hacia las personas afectadas" y "en la confianza en Dios que en tiempos de prueba no nos deja de la mano, sino que sostiene nuestra esperanza y nos invita a la conversión".
El prelado ha animado, asimismo, a estar disponibles "para un nuevo y exigente ejercicio de solidaridad ante las consecuencias económicas y sociales que se temen como consecuencia de este problema global".
Monseñor Vicente Jiménez ha considerado que este momento de "gran necesidad" puede ser "ocasión para fortalecer, entre todos, la solidaridad y el esfuerzo por buscar el bien común".
EL VIRUS DEL MIEDO
El arzobispo ha sostenido que el miedo "puede ser otro virus que nos paraliza" y por eso ha apelado a no encerrarse en uno mismo y buscar el propio bien, sino a abrirse "al bien de los otros", practicando la caridad "y las obras de misericordia con todos los que están sufriendo este momento doloroso".
En este punto, ha aclarado que aunque las iglesias estén cerradas como medida preventiva para evitar la propagación del virus, "los cristianos no podemos encerrarnos y tenemos que ser Iglesia con corazón y en salida, para ser una diócesis samaritana y solidaria con los pobres".
Igualmente, ha dicho que si las medidas para frenar la pandemia obligan a mantener distancias, "cultivemos la cercanía de la oración y de la caridad". "Oremos unos por otros, por quienes están padeciendo la enfermedad en sus casas o en los hospitales, por el personal sanitario, por sus familiares y amigos, por las Instituciones del Estado, así como por quienes trabajan por la contención en la propagación del coronavirus", ha dicho.
Ha añadido que los sacerdotes están "especialmente convocados" a una nueva entrega e iniciativas apoyados en las modernas tecnologías "en la forma de acompañar al Pueblo de Dios".
Respecto a la celebración de la Cuaresma sin actos litúrgicos comunitarios y a la ausencia de las expresiones de la piedad popular en las procesiones de la Semana Santa, el arzobispo ha llamado a un camino "más arraigado en lo que sostiene la vida cristiana: la oración, el ayuno y la caridad".
Asimismo, monseñor Jiménez Zamora ha afirmado: "El Señor está presente entre nosotros y nos acompaña con palabras de aliento y esperanza. Nuestra Madre la Virgen del Pilar, desde su columna, nos obtiene de su Hijo fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y constancia en el amor, porque es faro de luz esplendente que guía los destinos de Zaragoza y Aragón".
