El Ayuntamiento de Zaragoza desestima el proyecto de La Lonja para favorecer el "entendimiento y no generar crispación"

ZARAGOZA 21 May. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Zaragoza ha desestimado el proyecto básico de La Lonja, un trabajo elaborado por los arquitectos municipales y la empresa IDOM y que nació por la necesidad de mantenimiento de la instalación, que requiere una mejora de infraestructuras básicas, tal y como han indicado los técnicos.

De esta forma, el consistorio, por decisión propia, ha solicitado la retirada de ese proyecto básico de la ponencia de la Comisión de Patrimonio de Aragón, así como del orden del día de la citada sesión prevista para junio.

El Ayuntamiento de Zaragoza desea mantener un clima de "entendimiento" y "no generar crispación" en torno a este edificio histórico del renacimiento aragonés.

Este espacio, que lleva más de un siglo acogiendo diferentes muestras artísticas, va a continuar siendo una sala de exposiciones, la más concurrida de todas las de propiedad municipal, y contando con la firma de artistas de gran prestigio y reconocimiento nacional e internacional.

El Gobierno de la Ciudad seguirá trabajando para que la UNESCO otorgue a La Lonja la distinción de Patrimonio de la Humanidad y seguir manteniendo la "grandeza y el esplendor" de una construcción única en Zaragoza, con un gran valor histórico, patrimonial y sentimental para los ciudadanos.

EL PROYECTO

El pasado mes de abril, la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, presentaba el proyecto básico de acondicionamiento de la Sala Hipóstila --toda la planta calle-- con la finalidad de sacarlo a información pública, además se remitirlo a la Comisión Provincial de Patrimonio del Gobierno de Aragón para iniciar el proceso de licitación a mitad de este año y comenzar los trabajos en 2026.

El presupuesto era de 2,5 millones de euros y durante los meses de obras se cerraría al público para reabrirse de nuevo en 2027. Recogía una nueva distribución de los servicios básicos mediante cajas exentas en cada una de las esquinas para liberar el espacio central y dejar diáfano el espacio.

Para albergar exposiciones se contemplaba instalar unos módulos flexibles y desmontables más ligeros para dejar protagonismo a la propia arquitectura de la Lonja. Los elementos interiores para las exposiciones formados de un panelado movible y liviano establecían un umbral por debajo de la altura de los capiteles anidados de las columnas, que son 2,90 metros, para una mejor percepción del interior.

Una de las novedades del proyecto era la recuperación de la entrada original por la calle Don Jaime I, cumpliendo la normativa de accesibilidad para que el visitante al acceder tuviera una visión del edificio de la Lonja, sus techos y sus columnas. Al fondo se vería un arco que no es una puerta cegada, sino lo que era el alta del Ángel Custodio al que se encomendaban los comerciantes de la Lonja en el siglo XVI.

En el suelo se tenía que desmontar el pavimento actual, hacer una falsa solera para canalizar toda la instalación de electricidad y de datos telecomunicaciones con puntos de luz donde se colocarán diversos módulos.

En cuanto a la climatización en lugar de una gran máquina figuraban cuatro, una en cada esquina del edificio para garantizar el confort en invierno y verano. También, estaba previsto instalar aseos, que en la actualidad no hay, y el punto elegido era a ambos lados del nuevo acceso por la puerta de la calle Don Jaime I y junto a la recepción.

CONTESTACIÓN SOCIAL

Este proyecto ha sido rechazados desde el principio por los grupos municipales del PSOE y ZeC, y también de VOX que ha exigido que La Lonja sea un monumento visible y visitable porque "no es una sala de exposiciones", sino es una de las joyas arquitectónicas del renacimiento aragonés.

Asimismo, el pleno de las Cortes de Aragón, la pasada semana y a iniciativa de CHA, aprobó una proposición no de ley de rechazo a dicho proyecto del Ayuntamiento de Zaragoza por incluir "compartimentaciones interiores, modificaciones del pavimento, instalaciones técnicas intrusivas o la apertura de un nuevo acceso, incompatibles con la legislación vigente y que suponen una amenaza directa a la integridad patrimonial del monumento".

El rechazo ciudadano también se mostró en una concentración alrededor de La Lonja impulsada desde distintos ámbitos sociales y culturales, junto a una recogida de firmas en contra del proyecto impulsado por el equipo de gobierno de Zaragoza.

La Lonja de Zaragoza está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y forma parte de una iniciativa política interterritorial, impulsada conjuntamente entre CHA, Compromís y Més per Mallorca, para promover una candidatura conjunta a Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO de las lonjas de Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca y Zaragoza.