FONZ (HUESCA), 1 May. (EUROPA PRESS) -
El Espazio Cultural L'Urmo de Fonz (Huesca) ha vuelto a emular
este sábado la sala de baile de Harlem en Nueva York, Savoy Ballroom, donde en la década de los años 20 del pasado siglo comenzó el baile Lindy-Hop de la mano de la comunidad afroamericana, mientras que desde el escenario sonaba el jazz más clásico y swing.
Decenas de bailarines llegados desde varios rincones de Aragón y Cataluña, con vestidos y complementos propios de la época, han participado en esta cita que ya se ha convertido en la referencia anual aragonesa de esta modalidad de baile con la Trobada Swing Fonz, que este fin de semana ha cumplido su octava edición.
El evento ha sido organizado por el Ayuntamiento de Fonz con la colaboración de la Diputación Provincial de Huesca, ya que esta programación se encuentra dentro del circuito Alto Aragón Jazz Tour, ha explicado el Consistorio en una nota de prensa.
Tres bandas han estado presentes en esta doble sesión: Ankle Busters y The Crazy Swingsters el sábado y Marina Quiroga & Swing Quartet el domingo. Quince músicos sobre el escenario, que unidos a los bailarines que cada edición arrastra hasta Fonz la Cotton Swing School, que ha llevado a cabo talleres y demostraciones de Lindy-Hop, han puesto la nota de color a este festival que lo convierte en único dentro del circuito jazzístico de la provincia de Huesca.
Sobre el escenario han sonado temas de Count Basie, Ella Fitzgerald, Duke Ellington, el saxofonista Coleman Hawkins o el pianista George Gershwin, para sacar a la pista a los bailarines, pero también al público local y venido de otras poblaciones. El servicio de comida y bebida ha corrido a cargo de dos gastronetas.
ACTUACIONES
Los zaragozanos Ankle Busters han sido los encargados de levantar el
telón de la VIII Trobada Swing Fonz el sábado. Romain Viullemin, a la voz y guitarra; Josemi Casanova, voz y trombón; Javier Callén, al contrabajo; Israel González, con el piano, e Israel Tubilleja, en la batería, han regresado a Fonz, donde ya actuaron hace cuatro años, para ofrecer un repertorio swing con arreglos hechos 'ex profeso' para bailar.
En el ecuador de esta primera jornada, ha llegado el turno de los oscenses y zaragozanos Cotton Swing School, que han mostrado dos coreografías de Lindy-Hop.
Tras la cena, se ha subido al escenario The Crazy Swingsters, formación inspirada en las Big Band para música swing, y formada por Carlos Badorrey, a la trompeta, Carlos Calvo, al saxo, Javi Garci*a, al trombón, Guillermo Aguilar, a la guitarra, Antonio Bernal, al contrabajo, y Juan Millán, en la batería, quienes han puesto ritmo hasta bien entrada la noche.
Este domingo por la mañana el escenario se ha trasladado a la plaza Mayor, donde se han desarrollado talleres de baile a cargo de la Cotton Swing School, que han dado paso al concierto de la argentina Marina Quiroga, afincada en Sabiñánigo y su Swing Quartet, formado por el piano de Alejandro Esperanza, el contrabajo de Daniel Escolano y Fran Gazol a la batería.
LINDY-HOP Y JAZZ
El director de la Trobada, Daniel Escolano, se ha mostrado "muy contento" por haber retomado el festival con su filosofía inicial que es la de unir el baile Lindy-Hop con el jazz. "Teníamos muchas expectativas y estamos muy contentos por ver a tanta cara conocida y el respaldo del público de Fonz y de la redolada", ha contado.
Fonz ha sido pionero en Aragón en apostar por un festival dedicado al Swing y al Lindy-Hop. En la próxima edición, el objetivo es formar parte del circuito nacional de música de jazz para bailar "que supondría traer más visitantes y poner a Fonz en el mapa cultural, ya que en Aragón somos una fecha obligada para todos los bailarines".
ATRAER TURISMO
La concejala de Cultura del Ayuntamiento de Fonz, María Clusa, ha destacado también la "estupenda" respuesta de la gente "con caras muy alegres que ya teníamos ganas de ver". La Trobada constituye uno de los eventos más relevantes de la programación cultural de Fonz que continuará el primer viernes y sábado de junio con la Feria del Renacimiento y seguirá en agosto con sus fiestas mayores para la Asunción.
"Queremos aprovechar eventos como la Trobada para vender turismo, cultura, patrimonio material e inmaterial y dar a conocer nuestro territorio y sobre todo llevar la cultura al medio rural", ha finalizado.
