ZARAGOZA, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El portavoz de Izquierda Unida (IU) en las Cortes de Aragón, Adolfo Barrena, ha manifestado este jueves que encuentra, en el ajuste presupuestario anunciado por el ministro de Fomento, José Blanco, "una razón más para ir a la huelga el día 29 de septiembre".
"Ahora lo que hace el señor Blanco es seguir con la tijera y establecer agravios entre todos los territorios que forman parte del Estado", ha dicho Adolfo Barrena, quien también ha destacado que en Aragón "se rescinden 4 contratos mientras que en Castilla-La Mancha no se rescinde ninguno de los 33 que tiene", como tampoco, en Navarra.
El diputado ha declarado que "lo que realmente nos preocupa es la perversión de la receta que tienen para salir de la crisis, que es siempre a costa de los servicios que tiene que prestar el Estado" además, ha subrayado que "si se deja de hacer carreteras, si deja de funcionar el ferrocarril convencional, si dejan de fomentar la red de hospitales, como están haciendo, al final quien lo paga es la gente".
Asimismo, Adolfo Barrena ha apuntado que "cuando se decide no hacer inversión pública se está atacando al empleo" y ha añadido que "con el Plan E y aquellos famosos 8.000 millones de euros, dijeron que habían generado 120.000 empleos" por lo que ha justificado que "dejando de invertir 15.000 millones, se destruyen más de 240.000 empleos".
"Mientras tanto, siguen teniendo dinero para la Banca, para el Fondo Monetario Internacional, para la Iglesia, para mantener las tropas en Afganistán y para la Casa Real", ha insistido el portavoz de IU.
Barrena ha precisado que las cuatro obras que quedarán paralizadas en Aragón "contratadas y presupuestadas, además de las que ni siquiera se van a llevar a cabo, tienen la trampa detrás", y es que "algunas las contratarán otra vez mediante la contratación público-privada".
Así, ha destacado que "la repercusión de este recorte es tremenda porque siguen siendo en la misma dirección; sector público, posibilidad de crear empleo, y es aplicar la política que dicta el FMI, en definitiva, política de derechas".
