La obra de Chillida desembarca en Zaragoza para "soñar el espacio" a través de una muestra "antológica" de 120 piezas

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El nieto de Eduardo Chillida, Mikel Chillida, interviene en la visita a la exposición, tras la inauguración oficial, en La Lonja de Zaragoza. - MIGUEL G. GARCÍA.
Europa Press Aragón
Actualizado: viernes, 14 noviembre 2025 16:26

ZARAGOZA 14 Nov. (EUROPA PRESS) -

La muestra 'Eduardo Chillida. Soñar el espacio', organizada por Fundación Ibercaja en La Lonja de Zaragoza, se sumerge en el universo del artista vasco y recorre de forma "antológica" su producción a través de 120 piezas de obra gráfica y escultura que puede contemplarse desde este viernes y hasta el próximo 1 de febrero de 2026.

La inauguración de la exposición ha contado con la asistencia de la alcaldesa de Zaragoza, Natalia Chueca, el presidente de la Fundación Ibercaja, Amado Franco; el presidente de la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, Luis Chillida; el director de Desarrollo de Chillida Leku, Mikel Chillida; y la comisaria de la exposición, Alicia Vallina.

La alcaldesa de Zaragoza ha celebrado que la obra de Chillida regrese a La Lonja, "el templo de las salas de exposiciones artísticas de la ciudad", dos décadas después. Entonces, en 2005, "la ciudad se detuvo para escuchar el silencio del hierro, el diálogo entre la luz y el vacío, y también esa voz interior que solo Chillida supo transformar en forma".

Gracias a Fundación Ibercaja, "vamos a recuperar esa experiencia y ese diálogo tan íntimo y tan personal" con las 120 piezas que "van a transformar este espacio en una exposición espiritual". La alcaldesa ha augurado un "grandísimo éxito" la exposición, como ocurre con todas las que tienen La Lonja como escenario, y terminan por "formar parte de la identidad colectiva y cultural de nuestra ciudad".

Asimismo, Natalia Chueca ha subrayado la "colaboración institucional" y la "carambola" que han hecho posible que, debido a las obras de ampliación y renovación del Museo Goya de Fundación Ibercaja, la obra del artista vasco se exponga, por segunda vez, en La Lonja.

"Este es un ejemplo de la cultura que queremos para Zaragoza, apostando por ser una ciudad abierta, donde haya proyectos culturales para todos los gustos, para todos los públicos y donde podamos disfrutar de una cultura de calidad, de primer nivel, con más frecuencia", ha resumido la regidora de la capital aragonesa.

El presidente de Fundación Ibercaja, Amado Franco, ha ensalzado la figura de Chillida, del que ha destacado que "no solo esculpe materiales como el hierro, la piedra, el alabastro o el acero, sino también el espacio que lo rodea. Es decir, su obra no ocupa el espacio, lo crea y lo va definiendo".

A juicio de Amado Franco, las piezas que se muestran en La Lonja "reflejan belleza, libertad y equilibrio con la naturaleza, conceptos esenciales para entender y formar parte de esta gran obra de Chillida", uno de los escultores más relevantes del siglo XX.

DIÁLOGO ENTRE ESCULTURAS Y ESPECTADOR-ESPACIO

El recorrido por las diferentes esculturas se compone de piezas de pequeño formato que permiten una relación más directa y sutil con el propio espectador. Están realizadas en materiales como el yeso, el alabastro, la madera, el hierro forjado, el hormigón armado o la tierra chamota, como el caso de sus famosas 'Lurrak', bloques compactos y macizos de arcilla que Chillida apenas manipulaba y con unas tonalidades diferentes según el tiempo que permanecía en el horno de leña.

Por otra parte, las esculturas de gran formato --hasta casi dos metros de altura-- dialogan con el espacio y con el entorno. En estas piezas, Chillida buscaba explorar la luz y el espacio unidos a las tensiones y oquedades que generan los diferentes materiales con los que están realizadas.

En este caso, adquieren una gran importancia, ya que son capaces de hablar por sí mismos y generar esa sensación de "espectacularidad". Ejemplo de ello son 'Iru burni III' o 'Consejo al espacio IV', de acero corten, y 'Harry V' o 'Relieve', en granito. Junto a ellas, destaca la singularidad de la serie 'Lo profundo es el aire', inspirada en un poema de Jorge Guillén, con quien le unía una gran amistad.

En este sentido, la comisaria de la muestra ha definido a Eduardo Chillida como "un artista absolutamente universal, abierto al mundo" y un hombre "tremendamente reflexivo y profundo, muy tolerante". Ese pensamiento, ha continuado Alicia Vallina, "no solo está en su obra, sino también en su propia esencia como ser humano".

"Decía --Chillida-- que el horizonte era la patria común de todos los seres humanos", ha recordado Vallina, para invitar al espectador a "saborear" la muestra en La Lonja de Zaragoza y "explorar" lo que el artista quiere transmitir.

En su opinión, las 120 obras seleccionadas recogen toda la producción o buena parte de ella "en una selección de esa obra gráfica que está en conexión directa con la escultórica", ha explicado la comisaria, para incidir en que la obra gráfica tiene "entidad propia" y reflejan el protagonismo que otorga Chillida al papel en su producción.

"Eduardo --Chillida--, a lo largo de toda su vida, fue un hombre que se hizo constantemente preguntas. Qué bonito es preguntarse, cuestionarse, tratar de reflexionar y de responderse, aunque muchas veces él no lo consiguió, como nosotros en nuestro día a día", ha observado Vallina.

Tal y como puede leerse en una de las inscripciones que acompañan a la obra de Chillida en la exposición, tomadas de frases que escribía al borde de los papeles para plasmar su pensamiento, según ha contado Vallina, "para él, lo importante era conocer, no el conocimiento, es decir, intentar descubrir lo que no sabe, llegar hasta más allá de lo que no conoce". Es por eso que esta muestra trata de "adentrarse en la personalidad de este creador, un hombre humilde, sencillo, pero con una gran profundidad", considerado.

PARTE ESENCIAL DE SU PENSAMIENTO

Esta exposición es "prácticamente antológica de mi padre", ha comentado el hijo del artista, Luis Chillida, en su intervención, al tiempo que se ha mostrado "ilusionado" por recalar en Zaragoza con esta exposición que incluye desde la obra más antigua, en torno al año 1946, hasta la más reciente, del año 2000.

La obra gráfica de Chillida es parte esencial de su pensamiento plástico y, a diferencia de otros artistas, no es preparatoria, sino "singular y autónoma", como reflejan 'Boceto para la plaza de los Fueros de Vitoria' o 'Jaula de libertad'.

En este sentido, Luis Chillida ha hablado del papel como material y su presencia en la obra de su padre. "Siempre he reivindicado que el papel en la obra de mi padre y en su trabajo era importantísimo, no le valía cualquiera. Siempre estaba dibujando, siempre tenía un papel en la mano, siempre estaba en su estudio pensando las cosas, pero pensando y a la vez dibujando y con una lentitud que era sorprendente, parecía que no movía el lápiz", ha relatado.

"Siempre quiso que la cabeza fuese por delante de la mano. La mano es un objeto que tiene que obedecer a la cabeza", ha manifestado Luis Chillida en relación a su padre, para aclarar que es por eso que gustaba de "conocer más que del conocimiento", puesto que "el conocimiento puede ser la destreza, pero el conocer es adentrarte en el tiempo de las cosas, en cómo suceden".

En esta muestra reúne parte de sus dibujos geométricos o grabados en tinta, carbón o sanguina, alineados con sus esculturas, también otros que representan sus manos abiertas, entrelazadas, o bien retratos de su mujer e hijos y autorretratos, collages y la serie 'Gravitaciones blancas y a tinta' (1985).

"Mi padre hablaba de su obra como una espiral en el sentido de que su universo era lo que él llegó a conocer y lo que trabajó, pero el sentido de la espiral era que volvía a pasar por los mismos sitios, pero pasaba a una altura diferente de formación, mental, de conocimiento. Todo eso se iba acumulando e iba apareciendo continuamente", ha reflexionado Luis Chillida.

'Eduardo Chillida. Soñar el espacio' cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Zaragoza, la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce y Chillida Leku. Además, supone el cierre de la programación conmemorativa del centenario del nacimiento del artista (1924-2002).

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