La Residencia CAI-Ozanam Oliver mantiene el ritmo de ingresos previstos y acoge ya a 100 personas mayores

Panorámica Residencia CAI-Ozanam
CHUS MARCHADOR PINILLOS
Europa Press Aragón
Actualizado: miércoles, 1 septiembre 2010 13:49

ZARAGOZA 1 Sep. (EUROPA PRESS) -

La Residencia CAI-Ozanam Oliver, inaugurada el pasado 25 de mayo, acoge ya a 100 personas en sus distintas unidades de convivencia. De esta forma, el centro mantiene el ritmo gradual de ingresos previsto inicialmente para garantizar la atención personalizada, permitir la adaptación de los residentes y la correcta organización del personal.

Este sistema de accesos se está realizando de acuerdo con el sistema de gestión de calidad que la Fundación diseñó según la norma ISO 9001:2008, que se aplica al funcionamiento de las nuevas instalaciones.

La Residencia CAI-Ozanam Oliver es una de las obras asistenciales más importantes de Caja Inmaculada y de la Fundación Federico Ozanam, tanto por la inversión, 12 millones de euros, como por su función social; cuenta con 210 plazas de residencia y 40 de centro de día para personas mayores y además, empleará a más de 100 personas, informa CAI en un comunicado.

Según las previsiones, la residencia alcanzará su máximo nivel de ocupación en diciembre, siguiendo a partir de ahora el ritmo establecido de ingresos (hasta 8 personas por semana).

El 69 por ciento de los primeros residentes son mujeres. Por grupos de edad, el 36 por ciento tienen entre 85 y 89 años, el 27 por ciento entre 80 y 84 años, el 15 por ciento entre 70 y 79 años y el 11 por ciento entre 90 y 95 años y el 10% entre 53 y 69 años.

En función de las patologías, el 51 por ciento son personas con autonomía, el 33 por ciento presentan diferentes grados de dependencia física y el 16 por ciento padecen alzhéimer y otras demencias.

La Residencia está situada en la calle Ibón de Escalar, junto al nuevo campo de fútbol de La Camisera del barrio Oliver de Zaragoza. Dispone de 116 habitaciones individuales y 47 dobles, todas con baño individual. También cuenta con una zona ajardinada de 4.000 metros cuadrados para uso exclusivo de los usuarios.

Se ha diseñado a partir de un nuevo concepto de atención geriátrica, basado en unidades de convivencia reducida, que funcionan como pequeñas residencias. Así, los residentes, según el grado de autonomía o dependencia, viven en determinadas zonas donde ejercitan sus capacidades psíquicas y reciben una atención específica y personalizada en función de su estado de salud. El Centro ofrece también un servicio de estancias diurnas que sirve de apoyo a las familias y cuidadores principales.

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