TERUEL 12 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Torico ya luce su pañuelo rojo para alegría de miles vecinos y visitantes que abarrotan la ciudad de Teruel entregados ya sin remedio a la Vaquilla, el fin de semana más esperado de las Fiestas del Ángel.
Este año la lluvia ha sido mera acompañante y no impedimento para uno de los actos más entrañables y multitudinarios de los festejos. Con medio Aragón en alerta por el paso de la dana, el inicio oficial de la Vaquilla corría peligro de demora, pero finalmente el agua, que por momentos ha caído generosa, ha resultado ser refrescante.
Puntuales a la cita de las 16.30 horas, la alcaldesa de Teruel, Emma Buj; el consejero de Medio Ambiente y Turismo, Manuel Blasco; el Mantenedor de las Fiestas, Paco Gómez Sobreviela, y el Vaquillero del Año, Miguel López Lizama, han comparecido en el balcón del consistorio frente una plaza de la Catedral llena de gente.
Para entonces, los protagonistas Segundo Pascual y Miguel Ángel López, integrantes de la Peña 'El Despadre', ya llevaban cerca de un cuarto de hora conversando subidos a lo alto de la columna que sostiene el Torico. Les ha dado tiempo para compartir confidencias y beber --esta vez sentados-- de una bota de vino, cuyo cordel se ha resistido lo suyo.
Por debajo, la columna, forrada de compañeros peñistas que, a modo de plaquetas, se han unido para formar una torre humana de seguridad.
De regreso a la plaza de la Catedral, la alcaldesa y demás acompañantes de balcón han hecho caso a las recomendaciones del Mantenedor y han comenzado a tirar sin descanso de la cuerda para voltear un Campanico que ha empezado a coger velocidad ante la algarabía del público que miraba desde abajo.
Luego los peñistas de El Despadre han trasladado al trote el pañuelo rojo extendido por la calle de los Amantes hasta llegar a la plaza del Torico. Allí, una multitud empapada y teñida ya del morado del vino los ha recibido entre gritos de entusiasmo.
El pañuelo ha subido en un santiamén de mano en mano entre peñistas que solo veían a lo que agarrarse hasta que Segundo ha entregado el adorno rojo a Miguel Ángel, con el que éste ha tocado el cuello de la preciada miniatura astada ante el júbilo ensordecedor del público que se ha unido en el '¡Viva la Vaquilla!' '¡Viva Teruel!'. Con y sin lluvia, tres días por delante de fiesta compartida en comunidad.