OVIEDO, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
Referente del pop-art en España e icono del arte asturiano
por adopción, en el veinte aniversario de su fallecimiento, Eduardo Úrculo (Santurce, 1938 - Madrid, 2003) demuestra que su fulgurante obra está más viva que nunca con una nueva exposición que, desde el próximo miércoles 5 de julio y hasta el 24 de septiembre, tomará la Cúpula del Centro Niemeyer.
Bajo el título Úrculo: El enigma del viajero, la muestra, comisariada por Alicia Vallina, constituye una metáfora del tránsito que él mismo adoptó como uno de los motivos principales de su arte.
La muestra recorrerá su mundo personalísimo de deseos y fantasías, sondeando a través de sus obras la naturaleza curiosa e infantil que poseía, a través de la provocación de lo imaginario, de un universo estético en movimiento, siempre dialogando con la propia
existencia.
Todo ello a través de casi un centenar de obras pictóricas que ilustran las tres etapas fundamentales en que se divide la vida profesional del pintor y escultor vasco- asturiano: desde la del artista desarraigado, gris, desesperado y en busca de la
continuidad de sus primeros años, hasta el Úrculo viajero, misterioso y silencioso, entregado a una visión cosmopolita del arte, pasando por las creaciones informalistas, clandestinas, cargadas de deseo y color, sexualidad, erotismo e inmoralidad de su
periodo de tránsito.