Cooper anima a diseñar tecnología para las personas y dice que la próxima revolución tardará 20 años

Europa Press Asturias
Actualizado: miércoles, 21 octubre 2009 15:30

GIJÓN 21 Oct. (EUROPA PRESS) -

El inventor del teléfono móvil y premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica 2009, Martín Cooper, invitó hoy a los estudiantes de la facultad de Ingeniería de Gijón durante una charla a diseñar tecnología pensando en las personas y les alertó que la decisión final sobre su utilidad la tienen los consumidores. También señaló que la segunda revolución de la telefonía móvil, con aplicación en la sanidad, tardará 20 años y apuntó que toda tecnología tiene contrapartida, con referencia a la pérdida de la privacidad.

Sobre esto último, indicó que ante una nueva tecnología "hay que sacrificar algo". Según él, los políticos hablan mucho de privacidad pero con base a su experiencia, ésta "ha dejado de existir". Cooper indicó que a través de los dispositivos digitales se sabe dónde está una persona, las transacciones que hace y todo tipo de información. "Hay que aceptarlo si vamos a hacer uso de la tecnología", dijo. "Lo peor es crea r la tecnología por la propia tecnología", dijo.

Otra cosa es el problema de la seguridad, y puso de ejemplo el que las funciones corporales de una persona detectadas por un dispositivo digital puedan ser utilizadas por otra. Cooper apuntó que se pueden encriptar los datos, por lo que el problema no radica en que éstos puedan ser interceptados, sino en su almacenamiento y quién tiene acceso a ellos.

Asimismo, insistió a los estudiantes en que hay una oportunidad de investigación en la tecnología ligada a la Sanidad. El inventor mostró un dispositivo adhesivo que se pega en la piel cuando se levanta de la cama una persona y puede medir múltiples funciones corporales y transmitirlas a un móvil para trasladarlas a los profesionales sanitarios.

Esto, según él, podría anticipar un infarto con dos o 24 horas de antelación y dar solución al problema simplemente con un comprimido de nitroglicerina que cuesta 20 céntimos, mientras que si no se prevé, podría conllevar la muerte de una persona en el peor de los casos o implicar un costo alto en sanidad si es preciso ingresarlo.

También señaló que, en EEUU, donde hay muchos obesos, se puede medir las calorías que ingirieron para alertarles de que son muchas y deben rebajar la ingesta de alimentos o hacer ejercicio.

Asimismo, indicó que "la buena tecnología es invisible" y se mostró en contra de que sea necesario leer el manual de instrucciones para poder manejarla. En su opinión, hay varias barreras que pueden frenar el desarrollo tecnológico, como el coste del servicio, el que los políticos y ejecutivos adopten estas soluciones tecnológicas y la seguridad. Cooper apostó por el acceso abierto y lamentó que los operadores móviles sean quienes tomen las decisiones sobre su aplicación.

En cuanto a la telefonía móvil, indicó que las personas son móviles y que lo importante es comunicarse con las personas y no con los lugares. "La Naturaleza del ser Humano es ser libre", apuntó.

Cooper recordó aquella primera llamada a su competidor más directo, Joel Engel, desde la Sexta Avenida de Nueva York hace 36 años que supuso una revolución que transformó el mundo. El inventor mostró el primer dispositivo móvil, que pesaba un kilo y sólo tenía autonomía para 20 minutos. Hoy día tiene un dispositivo para ver el e-mail y otro que sólo sirve para llamadas que inventó su mujer. No obstante, dijo que cambiaba de móviles cada pocos meses.

Asimismo, defendió que el móvil sirva para que lo nació, para llamar a personas y no que se quiera conjuntar múltiples dispositivos en uno solo. También destacó que el móvil supone también la identidad de las personas.

Antes de Cooper habló el director de la facultad, Hilario López, quien apuntó que las compañías de telefonía móvil ya están pensando en las nuevas aplicaciones. Según López, hay 4.400 millones de abonados de los que 600 millones son de banda ancha.

Además, explicó que dos tercios de la población mundial dispone de teléfono móvil frente al 17,8 por ciento de la telefonía fija. El mayor incremento se notará en países en vías de desarrollo. En España son más de 52 millones los móviles que hay, lo que implica una media de 112,7 por ciento por cada 100 habitantes.

También indicó que si se reciclaran los móviles no usados supondrían 240.000 toneladas de materias primas, lo equivalente a que cuatro millones de coches dejaran de funcionar. En este sentido, indicó que en Reino Unido hay 25 millones de unidades sin usar lo que supone enterrar 14 Boieng 747.

Por su parte, el profesor Fernando Laseras destacó la faceta de "visionario" de Cooper, durante su presentación, que quiso ir más allá del concepto de telefonía basado entre lugares para la transmisión entre personas. Laseras indicó que su invento del teléfono móvil transformó el mundo.

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