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OVIEDO 4 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Servicio de Emergencias del Principado de Asturias (SEPA) ha emitido este lunes un comunicado dirigido a los bañistas tras el avistamiento de ejemplares de medusas y carabelas portuguesas en distintas playas de la costa asturiana, instando a extremar la precaución ya no subestimar la situación.
La presencia de estos organismos ha llevado a las autoridades a recordar que, ante una proliferación de medusas, lo más recomendable es evitar el baño, incluso en la orilla, ya que existen fragmentos de tentáculos con poder urticante que pueden causar daños a las personas.
Desde el SEPA enfatizan la importancia de no tocar ni manipular medusas muertas ni restos de las mismas, puesto que su capacidad de provocar reacciones adversas persiste durante al menos 24 horas, incluso en condiciones de secuencia.
En caso de observar presencia de medusas o carabelas portuguesas y no existir ninguna señalización o aviso en la playa, el organismo autonómico recomienda informar de inmediato al servicio de salvamento y vigilancia o, en caso contrario, contactar con el teléfono de emergencias 112 para alertar de la situación y prevenir riesgos a otros usuarios.
Se aconseja mantener especial precaución en la zona de rompiente, ya que en estos lugares suelen centrarse en fragmentos de tentáculos con capacidad irritante.
Para minimizar el riesgo de picadura, la SEPA recomienda el uso de cremas solares, prendas ligeras y protectoras como gafas, trajes de neopreno o lycras, especialmente en personas que permanecen largos períodos en el agua.
En caso de sufrir una picadura, las autoridades insisten en la necesidad de evitar rascar o frotar la zona afectada, incluso con una toalla o arena, y aconsejan lavar la lesión únicamente con agua marina, nunca con agua dulce.
Del mismo modo, desaconsejan el uso de amoníaco, orina o vinagre sobre la herida. Para retirar restos de tentáculos se sugiere utilizar pinzas y, si se hace con la mano, emplear algún tipo de protección.
Asimismo, el protocolo incluye la aplicación de frío local durante 15 minutos para aliviar el dolor, evitando siempre el contacto directo del hielo con la piel. Niños, personas mayores y personas alérgicas que resulten afectados pueden requerir atención médica especial.
Si tras la picadura se presentan síntomas como náuseas, vómitos, mareos, calambres, cefalea o malestar generalizado, el SEPA insta a acudir al centro sanitario más próximo, informando si es posible del tipo de medusa responsable. Por último, se recomienda desinfectar la herida con alcohol yodado dos o tres veces al día durante las 48 a 72 horas posteriores.
El SEPA apela a la responsabilidad y colaboración ciudadana para prevenir incidentes, subrayando que la observancia de estas recomendaciones contribuye de manera decisiva a garantizar la seguridad y el disfrute de las playas asturianas durante la temporada estival.