La hermana de Paz Fernández Borrego asegura que la víctima mantenía una relación sentimental con el acusado

Primera sesión del juicio por la muerte de la gijonesa Paz Fernández Borrego.
Primera sesión del juicio por la muerte de la gijonesa Paz Fernández Borrego. - EUROPA PRESS
Publicado: martes, 15 septiembre 2020 12:21

   OVIEDO, 15 Sep. (EUROPA PRESS) -

   Una de las hermanas de Paz Fernández Borrego, la mujer fallecida en Navia en 2018 y cuyo cadáver fue arrojado al arroyo de La Pontiga ha asegurado este martes ante el tribunal que "la última vez que vio a su hermana con vida fue con el acusado, Javier Ledo, y fue "unos diez días antes de que falleciese cuando comían juntos como cualquier pareja".

   "Mi hermana me hablaba de los planes que hacían juntos y con sus hijos en común. Los vi comiendo juntos como una pareja normal, en una cafetería cercana a la casa de mi hermana y mi madre", ha explicado la testigo que ha insistido en que la fallecida y el acusado "por supuesto que tenían una relación íntima con proyectos en común, aunque él lo negase, tenían una relación sentimental".

   Esta declaración contrasta con la que el propio acusado prestó este lunes en la primera sesión del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial, en la que negó que mantuviese una relación de pareja con la víctima.

   Este martes, la hermana de Paz Fernández, ha explicado que tras el 13 de febrero de 2018, fecha en la que desapareció la víctima, habló "infinidad de veces" con el acusado, ya que cuando el día 14 de febrero fue a Navia a por el perro de su hermana el propio Ledo le pidió su teléfono.

   "No mostraba extrañeza por la desaparición de Paz, por lo que dijo me dio a entender que mi hermana ya no volvería. En ese momento el me quiso dar a entender que mi hermana se había suicidado y me preguntó quien le iba a devolver el dinero que él le había prestado a mi hermana", ha explicado, añadiendo que el ahora procesado le negó que su hermana hubiese quedado en su casa.

   Así, a preguntas del fiscal ha insistido en que el acusado la llamó en muchas ocasiones desde la desaparición de su hermana. "Planificaba sus llamadas conmigo para sacarme información de cómo iba la investigación y disfrutaba con ello, me preguntaba si habían encontrado alguna prueba, si había más sospechosos", ha explicado entre lágrimas. En este sentido ha indicado que llegó a dudar de que él fuese el culpable "pese al objetivo de la Guardia Civil".

   Se ha referido a una llamada concreta que el acusado le hizo una madrugada en la que "se mofaba y se reía de su hermana, con cinco o seis voces masculinas más". "Destrozó nuestras vidas, nuestra familia, se que no tuvo remordimientos ni antes, ni durante, ni después, ese hombre tiene mucha maldad", ha manifestado la testigo que ha tenido que ser apercibida por el juez en diferentes ocasiones por emitir sus opiniones personales sobre el acusado en diferentes ocasiones.

    La Fiscalía de Área de Gijón y la Abogacía del Estado solicitan 15 años de prisión y 10 de libertad vigilada para Javier Ledo por un delito de homicidio con agravantes de abuso de superioridad y de desprecio de género; mientras que las acusaciones particulares, que ejercen los familiares de la víctima --madre y hermanas, e hijos--, piden 25 años de prisión al calificar el crimen como un asesinato con la agravante de desprecio de género.

   La defensa por su parte pide su libre absolución, y de no ser atendida plantea multa por imprudencia leve o 3 meses de prisión por imprudencia grave.