El Ayuntamiento de Santander derriba el número 6 de la calle Barcelona

SANTANDER 7 Sep. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Santander ha ejecutado los trabajos de derribo del edificio situado en el número 6 de la calle Barcelona, que había sido declarado en ruina y presentaba un estado de deterioro que provocaba riesgo de derrumbe.

Con la demolición, se culmina un proceso que se inició hace dos años con la declaración de ruina del edificio, que desde entonces ha sido objeto de "seguimientos constantes" de los servicios técnicos municipales para evaluar la evolución de la estructura y para ir adoptando en cada caso las medidas preventivas oportunas, según ha indicado el Ayuntamiento.

El Consistorio declaró en ruina este edificio en septiembre de 2014 a la vista de los informes técnicos que alertaban del deterioro generalizado del inmueble, construido a principios del siglo XX y que estaba deshabitado.

Se dio entonces un plazo de dos meses a los propietarios para su demolición, pero la resolución fue recurrida judicialmente, lo que impidió la intervención del Ayuntamiento para ejecutar el derribo de forma subsidiaria.

En este tiempo, los servicios técnicos municipales han mantenido un seguimiento constante de la situación del inmueble y la evolución de los daños, acordando en cada caso las medidas necesarias para evitar su caída y velar por la seguridad de los viandantes.

En el último año, dado el progresivo deterioro de la construcción, que obligó a apuntalar en noviembre de 2015 las plantas baja y primera y a vallar parte de la calle, las visitas de los técnicos han sido más frecuentes.

En una de esas visitas, a mediados de este año, constataron que existía riesgo de derrumbe por el agotamiento generalizado de la estructura, y por ello, en el mes de junio, acordaron la declaración de ruina inminente, ordenando de nuevo a los propietarios la demolición, en este caso, en el plazo de seis días.

Transcurrido ese tiempo sin que la propiedad ejecutara el derribo, y contando además con sentencia del mes de mayo que confirma la declaración de ruina de septiembre de 2014, el Ayuntamiento se ha hecho cargo de los trabajos de demolición de forma subsidiaria.

El coste de estas labores, que asciende a 66.343 euros, será repercutido a la propiedad, ha precisado el concejal de Infraestructuras, Urbanismo y Vivienda, César Díaz.