SANTANDER, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -
El Hospital Marqués de Valdecilla, en colaboración con la Fundación Caja Cantabria, organiza una exposición dedicada a los diez primeros años de vida del hospital, de 1929 a 1939, que incluye documentación inédita y de importancia histórica que recientemente ha recuperado la Biblioteca Marquesa de Pelayo.
Bajo el título 'Valdecilla: La semilla (1929-1939)', la exposición se inaugurará mañana viernes, 24 de abril, a las 18 horas, en la sala CASYC UP y permanecerá abierta en horario de tarde hasta el 29 de mayo.
El comisario, Mario Corral, director de la Biblioteca Marquesa de Pelayo, ofrecerá visitas guiadas, libres y gratuitas, todos los jueves de mayo a las 19.30 horas.
La muestra, que han presentado en rueda de prensa el director gerente del Hospital Valdecilla, César Pascual, y el presidente del Patronato Fundación Caja Cantabria, Eduardo Zúñiga, cubre diez años "convulsos" de la historia de España.
Esta organizada en seis apartados: Precedentes (explosión del 'Cabo Machichaco', Hospital de San Rafael y Dr. Madrazo), La Edad de Plata de las Ciencias Españolas (Ramón y Cajal, Institución Libre de Enseñanza y Residencia de Estudiantes), Promotores (marqués de Valdecilla y marquesa de Pelayo), Diseño (el arquitecto Gonzalo Bringas y el modelo hospitalario de la época), Pilares (Escuela de Enfermería, Biblioteca e Instituto Médico de Posgraduados), y Guerra Civil.
Entre la documentación expuesta destaca un retrato de Cajal, dedicado de su puño y letra, que se conserva en el actual despacho del gerente; la única imagen conocida del Hospital de San Rafael funcionando como tal; el primer número de los Anales de la Casa de Salud Valdecilla, de 1930, un ejemplar único que se expone por primera vez; el discurso inaugural del hospital, de 1929, censurado en 1930; los folletos promocionales del hospital y de la Escuela de Enfermería de 1930.
También se muestran documentos del intento de incautación de los servicios del hospital de 1936; las normas para la vigilancia de presos en el hospital de 1937; un certificado médico del campo de concentración de La Magdalena de 1939; retratos al óleo de los primeros gerentes del hospital, o la primera edición del Manual de Histología de Cajal.
Muchos de los documentos expuestos proceden de la Biblioteca Marquesa de Pelayo, que fue en su día la primera biblioteca hospitalaria de España, y del Archivo Histórico de la Casa de Salud Valdecilla, que se ha descubierto y recuperado hace dos meses y actualmente se custodia en la Biblioteca del hospital.
A ellos, se suman dos documentos audiovisuales con contenido histórico: uno de los marqueses en su casa de Solares, y otro de la visita realizada por el presidente de la República a Santander, en particular a la Casa de Salud Valdecilla, en el año 1932.
Para esta exposición, la documentación propia del hospital, que se conserva ahora en la Biblioteca Marquesa de Pelayo, se ha visto enriquecida con aportaciones realizadas de forma desinteresada por numerosas entidades y coleccionistas, como el Centro de Documentación de la Imagen de Santander (CDIS), la Filmoteca Española, el Centro López Albo (CLA) y José Antonio Torcida.
La exposición defiende la tesis de que Valdecilla nace con la explosión del barco de vapor 'Cabo Machichaco' en 1893, pues es entonces cuando se hace evidente la necesidad de un nuevo hospital que supere las limitaciones puestas de manifiesto, ante el accidente, por el antiguo Hospital de San Rafael, actual sede del Parlamento.
Tras el desastre del 'Machichaco' son muchas las iniciativas públicas y privadas que se ponen en marcha para construir un nuevo hospital, pero ninguna cuaja por problemas presupuestarios.
El año 1927 el Marqués de Valdecilla, retornado de Cuba en 1920, decide hacer suyo el proyecto. Encarga su desarrollo al Dr. Wenceslao López Albo, neurocirujano natural de Colindres, y al arquitecto santanderino Gonzalo Bringas. El marqués promueve un modelo moderno de asistencia sanitaria, basado en la salud como derecho.
La Casa de Salud Valdecilla se inaugura en 1929. Pero en 1930 el marqués cae enfermo y es su sobrina, la Marquesa de Pelayo, quien toma las riendas, provocando la dimisión de Wenceslao López Albo y cambiando el modelo hospitalario diseñado por su tío. El hospital pasa entonces de laico a religioso y el modelo torna al antiguo "la salud como caridad".
En 1936 el hospital vuelve a sus derroteros, pero en 1937, con la caída de Santander, se torna definitivamente conservador, consolidándose esta orientación en 1939, hasta la Transición.